El general retirado Raúl Salazar, que fue el primer ministro de la Defensa de Hugo Chávez, es enérgico al llamar a la Fuerza Armada a cumplir con la Constitución y no desviarse de su misión al servicio de Venezuela. El oficial del Ejército sostuvo que el soldado que tenga inclinaciones políticas debe colgar su uniforme y separarse de la organización castrense.

—¿Qué está pasando en la Fuerza Armada?

—La Fuerza Armada tiene un problema muy grave, existe una incoherencia entre el ejercicio de la profesión y lo que establece la Constitución. El artículo 328 de la carta magna indica que es una organización profesional sin militancia política. Entonces tanto la institución como los políticos deben entender que una cosa es la vinculación con las políticas de la nación y otra con el partido que está en el poder. El presidente debe hacer respetar la Constitución y no interpretarla para su beneficio, como comandante en jefe debe garantizar que la Fuerza Armada no influya positiva o negativamente hacia él. La política partidista ha traído consecuencias fatales a la institución, hay una cantidad de oficiales que pertenecen  a un partido y ahora son perseguidos porque se dan cuenta de lo que está sucediendo. La Fuerza Armada no pertenece ni al gobierno ni a la oposición.

— ¿Maduro adelanta una purga en los cuarteles?

—El presidente Maduro usa la Fuerza Armada como un instrumento para mantenerse en el poder. Pero esto es un error. No se debe imponer las armas sino lo que diga el pueblo a través del voto. En el país se requiere que haya un equilibrio, división de poderes como en todas las democracias. La politización de la Fuerza Armada, tratar de inmiscuirse en las decisiones políticas perjudica  la seguridad y el desarrollo de la nación. Las diferencias partidistas están llevando a la persecución, tienen miedo de perder el poder.No puede ser que asuma que si no estás conmigo estás contra mí. El militar debe estar con Venezuela. El militar puede votar pero sin identificarse como chavista o madurista. Hay enfrentamientos y se envía muy mal ejemplo a los subalternos y se afecta el funcionamiento de la institución. Hay oficiales superiores detenidos por pensar diferente y oficiales subalternos perseguidos. Lo importante debe ser la meritocracia y la capacidad, no la política. El artículo 330 de la Constitución dice que el militar tiene el derecho de votar, pero el 328 le exige el servicio profesional. Los militares deben votar en silencio. Quien quiera ser militante de un partido que pida la baja. Es muy fácil hablar de política con un fusil en la mano.

—¿Por qué cree fueron detenidos los comandantes de los batallones, entre ellos el del Batallón Ayala?

—Hay un misterio con esas detenciones que recayeron sobre oficiales con una hoja brillante.  Fueron detenidos sin cometer delito, se presume que lo iban a cometer pero no se materializó ninguna rebelión. Hay un vocero, que es el ministro de la Defensa, que no ha dicho nada sobre cuándo, dónde y porqué están presos estos oficiales. Sí algo está pasando, el primero que debe aconsejar alpresidente de la República es el ministro de la Defensa, puede hacerlo durante la reunión del gabinete o cuando rinde cuentas en privado. Aconsejar con seriedad, responsabilidad y respeto. El deber ser es conveniencia y conciencia. A la conciencia  no la puedes engañar.

—¿Qué motivó la aprehensión del general Rodríguez Torres?

—Al salir de los cuarteles, Rodríguez Torres no es un general, es un ciudadano. Quizá el objetivo de su detención es desaparecerlo del mapa, Maduro quiere que no le divida, que no dé a conocer secretos que perjudiquen al presidente en sus elecciones. El que trabajaba en inteligencia, inteligentemente fue detenido.

—¿Por qué la detención del general Cruz Weffer, que dirigió el Plan Bolívar 2000, en este momento?

—Sí hubo delitos, debió buscarse el momento para la acción y  no más de 10 años después. Sí hay cuentas pendientes por qué no se actuó. ¿Hubo negligencia en la Fiscalía?

—¿Qué debe hacer la Fuerza Armada ante unas elecciones presidenciales cuestionadas dentro y fuera del país?

—El CNE debe ser creíble, aceptable y adecuable; acatar la voluntad del pueblo y no del gobierno de turno. La Fuerza Armada no debe tener ninguna injerencia en las elecciones. La decisión será del pueblo. A la Fuerza Armada le toca garantizar que el proceso se realice en paz, sin injerencia en las papeletas. Quien dirige el Plan República debe hacer cumplir las leyes.


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