La decisión del Tribunal Supremo de Justicia en el exilio de enjuiciar al presidente Nicolás Maduro dejará de ser simbólica si el Poder Legislativo decide discutirla y aprobarla. El constitucionalista José Vicente Haro señaló que este es el momento en que la Asamblea Nacional debe evidenciar ante el país su responsabilidad política y constitucional.
“El proceso penal contra Maduro depende de la voluntad política del Parlamento para lo que se requiere el voto de las 2/3 partes de la Asamblea. Esperemos que el Legislativo esté a la altura de su responsabilidad constitucional”, dijo.
Haro destacó que no existen dudas sobre la legitimidad de los magistrados del TSJ en el exilio. Aseveró que la solicitud ala Interpol sobre la alerta internacional contra Maduro, hecha por los magistrados en la sesión celebrada el lunes en Colombia, también está sujeta a la posición política y constitucional de la Asamblea Nacional. El abogado afirmó que la Interpol decidirá según sus normas y procedimientos.
“La Interpol no procesó la petición del fiscal designado por la ANC, Tarek William Saab, de librar alerta roja para los magistrados en el exilio por considerarlos perseguidos políticos”, recordó.
El ex magistrado Juan Carlos Apitz, miembro del Bloque Constitucional, señaló: “Según la jurisprudencia actual, el juicio contra Maduro lo inició el TSJ en el exilio con la decisión que asumió el lunes en Colombia. Eso explica porque los magistrados dictaron la privativa de libertad e hicieron la solicitud a la Interpol”.
Sostuvo que es probable que la petición de los magistrados no prospere debido a que el Parlamento podría aferrarse a la declaratoria de abandono del cargo. que aprobó el 9 de enero de 2017 contra Maduro.
“De acuerdo con la Convención de Palermo, independientemente de lo que decida la Asamblea Nacional y de la falta de coraje que la caracteriza, la Oficina contra el Delito Organizado de las Naciones Unidas podría proseguir con la investigación”, indicó Apitz.
Añadió que los elementos aportados por la empresa Odebrecht hacen presumir que pudo haber un manejo doloso del mandatario.