Mira la cámara con una sonrisa en su rostro y le habla a los miles de venezolanos que apoyan su ruta para lograr un cambio de gobierno. “Vamos bien, vamos muy bien. ¡Vamos Venezuela!”,  con esa frase Juan Guaidó termina cada uno de sus discursos. Desde el 5 de enero, se convirtió en el rostro que asumió el reto de liderar la transición política que busca que se realicen elecciones libres en un país sumido en la crisis.

Cuenta con el respaldo de la comunidad desde que el 23 de enero, frente a una multitud, juró como presidente interino. Guaidó resalta la importancia de que cada ciudadano, tanto civil como militar, se coloque “del lado de la Constitución”.

“Lograremos un gobierno de transición que genere estabilidad en el país, que atienda la emergencia humanitaria y las necesidades de la gente, que reinstitucionalice los entes del Estado y que dé las condiciones mínimas para tener unas elecciones libres en Venezuela”, asegura en una entrevista a El Nacional.

Guaidó planea un gobierno que promueva la propiedad privada en Venezuela, un derecho violentado inicialmente por el fallecido presidente Hugo Chávez mediante las expropiaciones, que  ofrezca confianza y capacidad jurídica para aumentar la inversión y para que los venezolanos puedan vivir “tranquilamente” de su sueldo o de su emprendimiento. “Hoy en día todos valoran la propiedad privada y la capacidad de producir”.

El cese de la usurpación se convierte en el punto de inicio para los proyectos del gobierno interino, entre ellos la apertura del canal humanitario.

“Es una etapa que estamos construyendo. Es un proceso que no ha sido secuencial sino que ya estamos ejerciendo. Estamos autorizando un ingreso de ayuda humanitaria y también estamos protegiendo los activos de Venezuela”, dice sin titubear.

Para lograr la apertura del canal humanitario en Venezuela, Guaidó asegura que se debe tener el pleno respaldo de la Fuerza Armada. La ayuda será dirigida a las poblaciones en la que la vida de sus habitantes corre serio peligro por falta de alimentación y acceso a los servicios básicos de salud.

“Hay un llamado importante a las Fuerzas Armadas ¿se van a poner del lado de quién? De un régimen que se ha robado todo el dinero de Venezuela, que ha mancillado el honor de un país o se van a poner del lado de su mamá, de su hija, de su esposa, de sus hermanos. Hacemos una llamado de nuevo a las Fuerzas Armadas para que permitan abrir el canal humanitario a Venezuela ya aprobado por Estados Unidos, por todos los países vecinos y la Unión Europea”, asegura.

La institución castrense en Venezuela es dirigida y controlada por Nicolás Maduro. En reiteradas ocasiones Guaidó ha exhortado a los militares venezolanos a unirse a su propuesta para lograr un cambio de gobierno. No existe otro esquema en caso de que estos organismos no respondan a su llamado. “El plan B es seguir insistiendo, seguir llamándolos a unirse a esta lucha”, puntualiza.

El gobierno interino reconoce la importancia de la Fuerza Armada en este nuevo proceso, es por ello que la Asamblea Nacional aprobó una Ley de Amnistía, prevista en la Constitución, que exonera a militares y civiles de acusaciones realizadas durante los últimos 20 años a cambio de colaborar con el restablecimiento de la democracia en Venezuela.

Foto: Fabiana Rondón

A pesar de su propuesta de amnistía, la relación de Guaidó con los funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado ha sido tensa.  El 13 de enero, el entonces presidente del Parlamento, fue retenido de forma arbitraria por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en la autopista Caracas- La Guaira cuando se dirigía a un Cabildo Abierto en Vargas. A la media hora fue liberado y se dirigió a cumplir con sus compromisos. El 31 de enero, funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana rodearon la casa de Fabiana Rosales, esposa de Guaidó, donde se encontraba su hija de 1 año y ocho meses de edad. En ambos acontecimientos los jefes de los organismos negaron cualquier vinculación con los hechos, lo que Guaidó califica como un quiebre dentro de la estructura policial.

Ante estas situaciones  de intimidación, Guaidó asegura estar consciente del riesgo al que se enfrenta. Sin embargo, no permite que el temor interfiera en sus acciones.

“Si dejamos que el miedo se apodere de nuestros corazones no vamos a lograr nada. Entendemos los riesgos que corremos, porque hasta hoy han asesinado a 70 jóvenes y hay más de 300 presos políticos. Nosotros sabemos a lo que nos exponemos al hacer oposición”, sentencia.

Los objetivos de este político están centrados en la recuperación de la democracia y la economía del país. Es por ello que se ha enfocado en la construcción de un plan para proteger los activos de la nación en el exterior.

La solicitud de protección de activos de Venezuela fue acogida por el gobierno de EE UU, que bloqueó los activos de la estatal Petróleos de Venezuela en jurisdicción estadounidense, estos bienes serán liberados cuando Nicolás Maduro entregue el poder al presidente interino, la única persona autorizada para  manejar esos activos.

“¿De dónde vamos a sacar ese dinero para poder invertir por ejemplo en mejorar el sistema de salud venezolano? Estamos trabajando en muchos escenarios pero con un solo fin que es Venezuela, por ello hemos solicitado la protección de activos de Venezuela”, explica.

Guaidó señala que la medida de proteger los activos del país en el exterior es necesaria, puesto que las reservas de la nación también se han visto afectadas, por lo que él considera,  “un gobierno corrupto que se ha robado todo el dinero de los venezolanos”.

Recientemente el Banco Central de Venezuela decidió vender varias toneladas de oro a Emiratos Árabes a cambio de euros en efectivo. Esta acción es una medida desesperada de Maduro, a juicio de Guaidó, puesto que la economía del país se ha visto afectada por la corrupción.

“Este es un régimen que durante años ha saqueado y robado al país.  Estamos haciendo esto para tener el piso económico para poder reconstruir Venezuela y por eso es muy importante esta medida (protección de activos) porque los responsables de la crisis apuntan directamente a Miraflores, los culpables de la tragedia y de la crisis están usurpando ese palacio que debe ser abierto a los ciudadanos. Es una demostración clara de que quebraron el país”, asegura.

Guaidó destaca el valor de las reservas de la nación porque constituyen el sustento de los venezolanos y parte de la identidad de la nación, lo que también implica un valor sentimental.

“Yo le pregunto a la familia venezolana: ‘¿cuándo uno vendía las piezas de oro, el anillo de la abuela, la cruz del abuelo? ¿cuándo existía una emergencia muy grave cierto? Porque son piezas que no solo tienen valor económico sino que también sentimental”, ejemplifica.

Foto: Fabiana Rondón

Actualmente Guaidó cuenta con apoyo popular que se ha materializado en la asistencia masiva de ciudadanos a las manifestaciones convocadas por su gobierno interino. Sin embargo, es difícil cuantificar el tiempo que la población pueda esperar para que se concrete el cambio gubernamental en Venezuela y cuánto tiempo más pueda mantenerse viva la esperanza que el guaireño ha generado durante el primer mes de 2019.

“Yo entiendo la desesperación, pero la forma de curarnos de todo eso es creer en nosotros mismos como ciudadanos empoderados, para así poder aportar al cambio en Venezuela. Lo que se debe entender es que Juan Guaidó asumió parte del camino, pero lo que no se puede morir nunca es la esperanza.”, indica.

Guaidó mantiene el optimismo, un valor que debió aprender luego de perder gran parte de lo que conocía en la tragedia de Vargas en 1999, cuando tan solo era un adolescente. “Tenemos la fortaleza y el foco para avanzar, también el optimismo propio de un guaireño y venezolano, que nos ha tocado vivir en este ir y venir de sacrificios y tristezas pero este es un país hermoso y con potencial”, dice risueño.

A pesar de ser el rostro del cambio político en Venezuela, destaca el trabajo en conjunto de cada factor de la oposición para encaminar la ruta hacia el gobierno de transición.

“Hoy estamos muy fortalecidos como oposición, como nunca antes. Debemos mantener una construcción diaria de la unidad no solamente de los partidos políticos sino de todos los factores. ¿Por qué hablo de construcción diaria? Porque así es la democracia, la democracia la dimos por sentada en un momento en Venezuela y la perdimos”, refiere.

Guaidó anhela que la normalidad regrese a Venezuela, en el que los miedos no existían y los sueños se cumplían. «Quiero un país al que regrese la normalidad y la sonrisa a nuestra cara, esa sonrisa que nos da la paz del abrazo en familia, la tranquilidad de desarrollarnos en nuestro país y ser reconocidos por eso, saber que existe la capacidad de invertir,  saber que si tengo un hijo en esta patria puedo verlo crecer y cumplir sus metas sin que lo atraviese una bala”.

La fortaleza y calma que muestra frente a miles se sobreponen a los riesgos que sabe que asume en este nuevo proceso político. Sin embargo, le motiva trabajar cada día por devolverle a cada venezolano el abrazo en familia ese que se ha perdido por la inseguridad o el éxodo de compatriotas que salieron de sus fronteras en busca de una vida mejor.

“Construiremos un país en el que los connacionales que se fueron regresen, no solo porque los necesitamos y porque los extrañamos, sino porque tendremos miles de oportunidades para ofrecerles”, dijo.

Foto: Fabiana Rondón


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