Por primera vez en 20 años los ciudadanos se plantaron en el distribuidor Altamira, en Chacao, por más de 9 horas para protestar en contra del gobierno y manifestaron su disposición de mantenerse en ese lugar y en las capitales de los 23 estados del país hasta lograr una salida política: la convocatoria a elecciones generales.

“¡Aquí, en nuestras casas y en nuestros barrios protestaremos contra esta dictadura!”, expresó Pedro Moreno, de 56 años de edad, que salió de Santa Mónica, junto a un familiar, y participó en El Plantón Nacional.

La protesta no terminó ayer, pues el diputado de Primero Justicia, Miguel Pizarro, afirmó: “Vamos a subir, poco a poco, la presión hasta restituir la Constitución”. La alcaldesa metropolita de Caracas, Helen Fernández, reforzó esa línea política cuando expresó: “Resistencia hasta que nos devuelvan nuestros derechos”. La sesión de hoy de la Asamblea Nacional; la marcha hasta el centro de Caracas mañana y los actos del 1 de Mayo, Día del Trabajador, serán expresiones de rechazo al gobierno.

Era lunes pero parecía un domingo; escuelas, comercios y oficinas cerradas  a pesar de que el gobierno aseguraba que todo funcionaba. Desde las 9:00 am partieron de 5 puntos de la capital, se sentaron por minutos en las calles de los municipios Libertador, Chacao, Baruta, El Hatillo y Sucre en señal de protesta, y llegaron al distribuidor, un emblemático lugar, que une el este y oeste y es la vía de salida al occidente y oriente del país.

A las 11:00 am estaban llenos los 4 canales de la autopista Francisco Fajardo, a la altura de Altamira, donde una artista hizo un performance de acrobacias en telas, vestida con la Bandera Nacional. La gente leyó libros; oyó los discursos de la dirigencia; jugó cartas y dominó; y debatió sobre el futuro del país. “Quiero que mis hijos regresen; que haya paz y progreso”, rogó Rosana Fuentes.

La madre de Leopoldo López, Antonieta de López, confesó cuál era su mayor deseo: “Que este día pueda abrazar a mi hijo, preso injustamente y aislado por un mes”. De López y Lilian Tintori, esposa del dirigente de Voluntad Popular, comenzaron el “plantón” el 23 de abril en la cárcel militar de Ramo Verde en protesta por el maltrato a su familiar y para denunciar la actitud tiránica del gobierno. Casualmente, el Señor del Papagayo escribió: “Todo dictador tiene asegurado su jabón en la prisión”.

El párroco de El Cementerio, Wilfredo Cornier, dijo ser testigo de cómo los barrios sufren y rechazan al gobierno. “Colocaron trabas, amenazaron con quitarles las cajas CLAP, pero la gente se vino. Prefieren vivir en libertad que sumisos por comida”, expresó.

Oeste bajo el asedio. En el oeste las personas no marcharon. La Policía Nacional Bolivariana asedió durante toda la mañana El Paraíso, La Vega y Montalbán, por lo que usaron el Metro, que esta vez operó con completa normalidad. Antes tomaron la previsión de guardar sus gorras tricolor, la bandera de Venezuela y todo elemento que pudiera alertar a las autoridades. Entre las estaciones más usadas estaban las de La Yaguara y Antímano.

María Guerrero vino de Guarenas, pero se refugia en Catia. “Allá no podemos protestar por los colectivos. No quiere decir que tengamos miedo a quejarnos de la dictadura y luchar para salir de ella”.

A las 2:00 pm Gustavo Duque, director de seguridad integral de Chacao, denunció que un grupo de encapuchados desprendió la cerca de la Dirección de Tránsito municipal para hacer barricadas. En las redes sociales pudo verse cuando derramaron aceite en la autopista. La MUD medió sin éxito. A las 4:00 pm Duque reportó el incendio de dos camiones y grúas del Ministerio de Infraestructura por los desadaptados. “Condenamos esta violencia. La protesta debe ser pacífica”, dijo.


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