Era abril de 2002, año de convulsiones callejeras y luchas ideológicas, un antecedente de 2014 y 2017. Gustavo Tovar Arroyo estaba caminando en la avenida Baralt cuando le advirtieron que desde Puente Llaguno estaban lanzando piedras.

Al rato se percató de que en realidad estaban disparando balas.

Ese día en la tarde un amigo lo llamó para preguntarle si su hijo estaba con él. Después descubrieron que al muchacho lo habían matado con un disparo en la cabeza.

A partir de la muerte del hijo de su amigo, Gustavo Tovar, escritor y activista por los derechos humanos, se dio cuenta de que tenía que dedicarse a la libertad y la democracia, así que se dedicó a formar a jóvenes para que lucharan por su futuro.

“Ese día noté que el chavismo estaba intentando asesinar al futuro con disparos en la cabeza. En ese momento, cuando vi que estaban asesinando a la juventud, de alguna manera me dije a mí mismo: quien tiene que luchar por su futuro son los protagonistas, es decir los jóvenes”, narró.

Entonces se dedicó a formarlos en derechos humanos y lucha no violenta para contrarrestar la autocracia. De ese modo ayudó con el nacimiento del Movimiento Estudiantil en 2007, que fue importante en la derrota que sufrió Hugo Chávez en las elecciones por el referéndum constitucional.

En 2012 tuvo que exiliarse de Venezuela porque fue acusado por el oficialismo de conspiración. Él y su familia recibieron amenazas por parte del Sebin.

“Ahí dije: soy más útil luchando desde afuera”, recordó.

Luego de seis años se estrenó como director con Chavismo: la peste del siglo XXI, un documental que resume en una hora y media la hecatombe que ha traído el socialismo a Venezuela.

“Es una radiografía desde la primera aparición pública de Chávez, el 4 de febrero de 1992 cuando irrumpió con sus armas asesinando a venezolanos, hasta la fecha actual”, explicó.

En el documental abundan imágenes de los hospitales deteriorados, morgues colapsadas, gente comiendo de la basura, colas de ciudadanos en locales de alimentos y grandes barriadas en Caracas, todas con la voz de Hugo Chávez de fondo. Estas contrastan con paisajes como el Salto Ángel, el Roraima o los Médanos de Coro.

Luego aparecen los comentarios de personajes importantes de la política y la intelectualidad como Mario Vargas Llosa, Sebastián Piñera, Ricardo Hausmann, Diego Arria, Marcel Granier, María Corina Machado, Óscar Arias y José María Aznar.

Tovar Arroyo condensa cómo Chávez se dio a conocer a través de un intento de golpe de Estado y después, negando cualquier relación con el socialismo y acusando a Cuba de dictadura, llegó al poder por la vía electoral. A partir de ese momento el director le va quitando la máscara de anticomunista y pro demócrata hasta que sale a relucir el líder autocrático, militarista, intolerante y totalitarista.

Entre cada escena insertó un leitmotiv que otorga un ritmo musical. En medio de la pantalla, tras el ruido de un disparo, aparecen las siguientes palabras: “Un venezolano acaba de ser asesinado. Cada 20 minutos muere una persona en Venezuela víctima de la violencia”.

De este modo Gustavo Tovar sintetiza lo que para él es Venezuela desde la llegada del chavismo: un país rico repleto de hermosos paisajes que cayó en manos de una dictadura totalitaria que ha traído miseria, inseguridad y hambre.

“Esto es lo nuevo”, se escucha decir a Chávez al inicio del documental.

Segundos después Sebastián Piñera pareciera responderle: “Miren lo que significó el chavismo para Venezuela: una verdadera tragedia”. Agrega Ricardo Hausmann: “El chavismo yo creo que es la conexión fantástica de todos los errores de política económica que existen en la historia”.

“En 90 minutos estoy con un ejercicio de síntesis y de gran complejidad cinematográfica. Trato de recoger 20 años de devastación y ruina. Ese es mi gran esfuerzo. La idea es que cada persona pueda ver la primera radiografía histórica de esa tragedia. Este accidente histórico que Venezuela ha padecido con Chávez”, indicó Tovar Arroyo.

Recalcó que el largometraje no tiene fines de lucro ni cinematográficos. Su objetivo, como en 2007, es pedagógico. “Estoy intentando generar conciencia sobre la ruina que ha significado para Venezuela el poder chavista”.

De hecho, tuvo que estudiar cine porque no tenía ningún conocimiento sobre producción cinematográfica.

“Yo tuve que estudiar como pocas veces lo he hecho sobre un tema, por todas las complejidades que representa la técnica cinematográfica. Yo no sabía ni siquiera hacer un video para subirlo a Instagram”, recordó.

Chavismo: la peste del siglo XXI se estrenó el viernes 15 de junio de este año en Youtube. A la fecha tiene más de 280.000 reproducciones y ha sido replicado por otros usuarios y páginas digitales de noticias. El día de su publicación Gustavo Tovar fue tendencia en Twitter. La idea difusora le ha funcionado al ahora director, quien ya afirmó que varios festivales de cine lo han hecho invitaciones.


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