La convulsión que se vivió en las calles de Lechería, epicentro de la represión contra manifestantes opositores en el estado Anzoátegui  por expresar su rechazo al régimen de Nicolás Maduro, no fue más que un abreboca para Gustavo Marcano, alcalde del municipio Diego Bautista Urbaneja, cuya vida sufrió un antes y un después desde que comenzaron las protestas.

A finales de julio, en pleno apogeo de las manifestaciones contra Maduro, el dirigente decidió irse a la clandestinidad luego de que surgieran rumores de que el  gobierno tenía lista una orden de captura en su contra.

Frente al temor de ser capturado, el funcionario huyó de Venezuela tras decidir que prefería “colaborar” desde el ámbito internacional  antes de estar encerrado en una celda.

Represión en Lechería por funcionarios de la GNB

“Con apenas un morral y dos mudas de ropa, salí por vías no tradicionales en una lancha con destino a las islas del Caribe”, recordó Marcano en declaraciones a El Nacional Web. 

No fueron temores infundados. El 25 de julio, faltando apenas cinco días para que el chavismo acudiera a las urnas para elegir a su asamblea nacional constituyente (ANC), el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) lo convirtió en el primer alcalde destituido en 2017.

Juan José Mendoza, presidente de la Sala Constitucional, además de removerlo de su cargo, lo sentenció a 15 meses de inhabilitación política y prisión en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de El Helicoide, en Caracas.

Negado a presentarse ante unos jueces que consideraba ilegítimos —desde el 21 de julio únicamente reconocía al TSJ que designó la Asamblea Nacional tras la Consulta Popular realizada el 16 de julio — no se arrepiente de sus acciones, aunque tampoco se siente feliz ni libre del todo.

“El exilio es lo más duro que me ha tocado vivir. Tengo libertad física pero espiritualmente no soy libre, no estoy donde quiero ni ejerzo mis labores tras haber sido electo”, analizó.

Al hecho de permanecer forzosamente alejado de su tierra, suma lo que conlleva “iniciar desde cero”, pues más allá de haberse reencontrado con su esposa y sus dos hijos, añora ganarse el sustento haciendo lo que le gusta y tener una casa propia—actualmente se aloja en la vivienda de un familiar—.

 “Acá toca trabajar en lo que sea, en lo que salga. No podemos ejercer la pasión de la política y de algún modo hay que mantener a la familia”, confesó.

Aunque por sí mismo optó por exiliarse, recalca lo complicado que se le ha hecho perderse momentos que considera importantes para su vida, teniendo que mantenerse ausente por su situación.

Marcano no pudo acudir al funeral de su compadre, que fue víctima del hampa a finales de septiembre. A esa fecha añadió la celebración del cumpleaños de sus muchachos, y la celebración de la Virgen del Valle (8 de septiembre), a la que visitó ininterrumpidamente desde que tenía un año de edad.

“Nadie se prepara para ausentarse en fechas importantes. A mi amigo, que era un hermano de la vida, lo asesinó el hampa y no pude darle un último adiós. También fue duro ver a mis hijos llorando cuando cumplieron años y no pudieron celebrarlo con sus amigos”, confesó.

No todo ha sido duro. Dentro de su sacrificio, el alcalde exiliado también atesora momentos importantes, como cuando se reencontró con su esposa e hijos en Estados Unidos, adonde arribó poco después de haber llegado al Caribe.

Además ha podido reunirse en Florida con Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, para denunciar los abusos de la dictadura de Maduro. También acudió a la Organización de Estados Americanos (OEA), donde pudo reencontrarse con otros alcaldes de oposición, al igual que él, destituidos y exiliados, como Ramón Muchacho (Chacao) y David Smolansky (El Hatillo).

Contra la ANC y la “oposición con intereses” 

Gustavo Marcano reunido con el secretario general de la OEA, Luis Almagro

El hecho de que parte de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reconociera a la ANC tras las elecciones regionales, dejó mal vista a la dirigencia opositora en el extranjero y creó fracturas irrecuperables, sostuvo Marcano.

“Internacionalmente se perdió el respeto a la MUD como alternativa. La sumisión ante la constituyente lesionó no solo a la Unidad sino a las esperanzas del pueblo”, expresó.

Criticó que la oposición haya abandonado las calles tras las manifestaciones entre abril y julio, que dejaron un saldo de 120 fallecidos y 5.000 detenidos según cifras de la ONG Foro Penal Venezolano.

Por ello exhortó a los políticos a unirse con el objetivo de plasmar un cambio de gobierno, dejando de lado intereses personales. En ese sentido, pidió no generar expectativas en la población con las elecciones municipales.

“Escoger gobernadores o alcaldes no solucionará los problemas. Decir eso es mentirle a la gente”, fustigó.

Pese a que defendió la tesis de sufragar el 15 de octubre en los comicios regionales, cree que no supieron sacar provecho a la contienda.

“Con siete estados (incluyendo Zulia y Bolívar) hubiéramos relanzado la lucha y haber desenmascarado al régimen si ninguno se hubiera juramentado ante la ANC”, creyó.

Pidió una reestructuración no solo en cuanto a la estrategia sino a sus integrantes. “Se debe dejar de lado a quienes no están a favor de un cambio porque prefieren sus propios intereses”, concluyó


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