Érika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional, señaló este miércoles que la negación por parte de Nicolás Maduro hacia la crisis humanitaria que vive Venezuela es una violación a los derechos humanos.
«Venezuela está sumida en una grave crisis de derechos humanos, económicos y sociales que afecta a aproximadamente 85% de la población al no tener acceso a alimentos ni servicios básicos. Negar la crisis negligente e indolentemente es una gravísima violación a los derechos humanos debido a que su negación conduce a la falta de mecanismos para contrarrestarla», señaló Guevara en una entrevista para La Voz de América.
Destacó que la labor de la comunidad internacional en ayudar a los venezolanos mediante el envío de ayuda humanitaria resulta indispensable ante el panorama que se suscita en la nación.
«Hacemos un llamado a Nicolás Maduro y sus aliados, así como a los cuerpos de seguridad, a que se acepte y garantice la ayuda humanitaria. El sufrimiento de los ciudadanos debe ser atendida con prioridad, su situación es de suma preocupación», puntualizó Guevara.
Señaló que los registros de la ONG sobre Venezuela son desalentadores con respecto a la garantía de derechos y que los mismos se han degradado desde 2016.
«Las primeras impresiones son, lamentablemente, decepcionantes en comparación con mi última visita en 2016, es notable el grave deterioro de la situación de la población que vive bajo un contexto de masivas violaciones a los derechos humanos», apuntó.
Indicó que la ONG ha documentado la mayor parte de estas violaciones a los derechos, pero recientemente añadieron el factor de crisis a dicha coyuntura por las fallas institucionales que agravan la situación en el país.
«Desde el 21 de enero hasta el 25 de enero, se registraron más de 1.000 protestas en las que denunciaron centenares de delitos internacionales las fuerzas armadas dirigidas por Nicolás Maduro han ejecutado detenciones arbitrarias, especialmente en jóvenes de sectores populares», indicó.
La directora de AI aseveró que la táctica de Maduro es represiva y que tiene el objetivo de callar a los ciudadanos, causándoles hambre, castigos y miedo. «Es una forma de control social para las poblaciones más vulnerables», añadió.