Sin miedos ni ataduras salieron a la calle, esperanzados y deseosos de hacer escuchar sus voces, voz de pueblo, voz de lucha. A pesar de las tensiones, no hubo miedo en el ambiente: firmes y decididos gritan, ríen, bailan, disfrutan y comparten. La estación Bello Monte del Metro de Caracas sirvió como escenario para el reencuentro de los ciudadanos, convocados para salir a marchar y exigir la validación de las firmas del revocatorio por parte del Poder Electoral. La energía está presente, quieren caminar hasta el  CNE, gritar ?¡revocatorio ya!?, expresarse, reflejar el descontento que tienen acumulado, en fin, manifestarse en contra de las arbitrariedades. Afectados por los mismos problemas, son un pueblo unido, que no calla, que no resiste y que quiere cambio. Comienzan a avanzar con paso firme, a pesar de visualizar los cordones de seguridad, nada los detiene. Para sorpresa de los manifestantes, el primer obstáculo fue una muralla de mujeres policías, quienes impedían el paso. En este punto, la única opción fue tomar los caminos verdes hasta subir a la autopista Francisco Fajardo. El camino fue impedido, pero ellos crearon su propia salida. Una vez tomada la autopista siguieron marchando con sus gorras tricolores, sus camisas de varios colores y una alegría que exigía cambio. Pero de nuevo, aparecieron las barreras, los jóvenes desesperados pedían a gritos ?¡no se vayan, sigamos aquí, avancemos!?. No obstante, el bloqueo policial y de los militares era absoluto. De nuevo los manifestantes se encontraron acorralados. Muchas dudas rondaban en sus cabezas: ¿Cómo llegaremos al CNE?, ¿Podremos traspasar el cordón de seguridad? Aún así, permanecieron en el sitio, abiertos a las posibilidades. El gas pimienta que los militares arrojaron dispersó a la multitud, y tuvieron que retirarse.  Pero no todo está perdido, para el próximo sábado la MUD intentará llegar hasta la sede del CNE. ¿Lo lograrán esta vez?


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