Familiares de los militares presos exigieron este martes en la Asamblea Nacional que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Sebin, y la Dirección General de Contrainteligencia Militar, Dgcim, sean intervenidos. Indicaron que la exigencia corresponde a las constantes denuncias de violación de los derechos humanos por parte de las autoridades de los centros de reclusión hacia los detenidos.

Keyla Flores de Molina, esposa del oficial Ruperto Molina, aseguró que su esposo y otros reclusos son víctimas de torturas. Detalló que Molina ha sufrido asfixia mecánica con bolsas de plástico, ahorcamiento, descargas eléctricas y golpes con objetos contundentes.

Hizo un llamado a la comunidad internacional para que tomen acciones ante la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo.

Por su parte, Zaida Angarita, madre del teniente Gustavo Enrique Carrero quien lleva 381 días privado de libertad, afirmó que gran parte de los militares presos son mantenidos en celdas de dos metro de largo por dos de ancho donde se les obliga hacer sus necesidades en bolsas de plástico con las que permanecen hasta dos semanas.

Añadió que los reclusos son obligados a comer y dormir en condiciones insalubres y permanecen las 24 horas con la luz encendida.

Angarita también denunció que los reclusos se encuentran aislados, pues no se les permite la visita de sus familiares o abogados.  


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