Las dos embarcaciones venezolanas que naufragaron vía Trinidad y Tobago podrían estar involucradas en trata de personas, denunciaron los diputados Robert Alcalá y Carlos Valero, miembros de la Comisión Especial para Investigar las Embarcaciones Desaparecidas en el Oriente del País. 

«Hemos descubierto que existe una mafia de trata de personas entre Güiria y Trinidad, producto de la crisis que ha generado el régimen de Maduro, que hasta ahora ha llevado a la migración forzosa de 4,5 millones de venezolanos», afirmó Valero.

Los parlamentarios alertaron que los pasajeros de las embarcaciones iban engañados. Se cree que siguen secuestrados debido a que no se han encontrado sus cuerpos. Los familiares de los desaparecidos señalan que han sido amenazados por particulares y funcionarios de seguridad. 

Se calcula que las ganancias de cada barco con trata de personas son de 3.000 a 12.000 dólares, de los cuales se benefician capitanes, funcionarios de la guardia costera de Güiria, Cicpc y personas en Trinidad y Tobago. 

Valero indica que la guardia costera en Güiria no tienen capacidad de búsqueda porque los sobrevivientes de esas embarcaciones han sido rescatados por pescadores. 

El legislador advirtió que la mayoría de las víctimas son mujeres, entre las que hay adolescentes. Indicó que les ofrecen trabajos con buena remuneración y luego son trasladadas a Güiria, donde les cobran 400 dólares para zarpar. Ese dinero -explicó- es repartido entre los organizadores del viaje, las autoridades de la localidad sucrense y la policía de Trinidad y Tobago. 

“Desde la comisión estamos concentrados en determinar las responsabilidades y en internacionalizar estos casos con la Acnur y la OIM, para que la búsqueda sea eficaz  y les brinden protección a los familiares», dijo.


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