La Plataforma Alternativa Bolivariana y el Movimiento Chavismo Bolivariano, representados por Wilmer Nolasco, Juan Barreto e Indira Urbajena, suavizaron su discurso sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Pese a reiterar que el Ejecutivo es responsable de la crisis que vive el país por la corrupción y las malas políticas adoptadas, aclararon que no son sus enemigos.
Urbaneja, promotora nacional, indicó que el movimiento es “chavismo bolivariano” porque respaldan el proyecto presentado por el fallecido presidente Hugo Chávez, pero se dicen “originarios” porque son una tendencia de base. “Somos pueblo”, afirmó.
“No somos del Partido Socialista Unido de Venezuela, ni de derecha, traidor, disidente ni enemigo. Somos críticos del gobierno dentro del marco revolucionario”.
Señaló que parte de la crisis se debe a que se quiso imponer un socialismo de forma equivocada que terminó con una mezcla ideológica. “No podemos definir al gobierno. Unas veces es totalitarista, muy cerrado o muy abierto, muy capitalista, muy de derecha y otras muy de izquierda”, agregó.
Ratificó que abogan por un proceso de negociación amplio, público y transparente –en el que se incluyan gremios, sindicatos, pueblo chavista PSUV, no PSUV y opositor, no como el proceso bipartidista celebrado en República Dominicana–, con el fin de buscar puntos de encuentros para avanzar hacia un gobierno plural de concertación nacional, que podría estar encabezado por Maduro.
Sostuvo que, de reunirse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, esperan hacerle abandonar su “actitud de confrontación e injerencia” para que agote la vía diplomática y promueva una “negociación gobierno con sociedad y no con cúpulas”.
Mencionó que de abrirse un proceso de diálogo debe solicitarse al Ejecutivo que acepte la crisis, instale nuevo gabinete plural y abierto, con técnicos y especialistas, sin importar su tendencia política, para que se le brinde atención inmediata al problema de inflación, alimentación y salud.
Añadió que se debe crear una comisión que revisé los casos de presos políticos y que se elimine el Sebin. Además, consideró que se podría realizar la desinstalación de la asamblea nacional constituyente “si el gobierno tiene voluntad política” y que, antes de llamar a presidenciales, deberían hacerse elecciones legislativas. “Hay que renovar los poderes para avanzar hacia la gobernabilidad”, sentenció.