Baltazar Porras, cardenal y arzobispo de Mérida, condenó la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo a manos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar y pidió a los delegados de la Organización de las Naciones Unidas en el país, para velar por los derechos humanos, que actúen.

“Imposible callar ante la muerte bajo tortura a jóvenes ciudadanos venezolanos y las violaciones a sus derechos humanos”, dijo Porras en su cuenta de Twitter.

El también administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas tildó de deplorable e inaceptable la actuación impune de los cuerpos de seguridad. “El país está consternado, ya que vemos a funcionarios del Estado que actúan impunemente”, apuntó el cardenal.

Acosta Arévalo falleció este sábado 29 de junio en la madrugada después de haber sido presuntamente torturado por funcionarios de la Dgcim, quienes lo detuvieron arbitrariamente el 21 de junio luego de haberlo citado en un centro comercial en el estado Miranda. 


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