A comienzos de año, la asamblea nacional constituyente decretó la convocatoria de las elecciones presidenciales para el primer cuatrimestre de 2018.  Los comicios estaban previstos para fin de año, pero aún así anunciaron la fecha tentativa del 30 de abril. La comunidad internacional no tardó en pronunciarse: el Grupo de Lima y Estados Unidos anunciaron el inminente rechazo a los comicios electorales.

Tras la firma del acuerdo entre Avanzada Progresista, MAS y el PSUV, las elecciones fueron cambiadas para el 20 de mayo en conjunto con los comicios de consejos legislativos.

La oposición tomó la decisión de no participar en las elecciones por la falta de garantías en el proceso. Más de 40 países informaron que no reconocerían los resultado.

Con una crisis humanitaria, una hiperinflación reflejada en los precios de los supermercados que suben cada día, protestas multitudinarias exigiendo servicios básicos, medicinas y alimentos y una diáspora que se multiplica cada vez más, llegó el 20 de mayo, día de las “elecciones” en una contienda en la que se enfrentaron en las urnas Nicolás Maduro, Henri Falcón y Javier Bertucci.

Centros vacíos

A lo largo de todo el día El Nacional Web estuvo monitoreando distintos centros en la región capital, cuyo rasgo característico fue la poca participación de la sociedad civil.

Esta situación se repitió en la mayoría de los centros de votación del país. Marco Rubio, senador estadounidense, afirmó ante este hecho que “El mundo está viendo la farsa en Venezuela”.

Por su parte, el ex presidente de Ecuador Rafael Correa, que vino al país como observador internacional, explicó que la falta de colas en los centros de votación se debe a la “rapidez” del proceso.

El Frente Amplio ofreció un balance de las “elecciones” después de las 6 de la tarde: indicó que la participación se ubicó en menos de 30%.

Incluso, Luisa Ortega Díaz, fiscal general en el exilio, señaló que el transcurso de la jornada evidenció el fraude electoral.

Irregularidades en el proceso electoral

El Observatorio Electoral Venezolano, en su reporte realizado en tiempo real sobre el proceso, detalló diferentes irregularidades. Una de las más frecuentes fue los llamados “puntos rojos”, en los que se realizó proselitismo político a favor del candidato presidencial oficialista.

Estos puntos, en su mayoría, estaban ubicados a menos de los 200 metros establecidos por el CNE; sin embargo, independientemente del lugar de ubicación, estos puntos violan el art. 63 de la Ley de Procesos Electorales, que establece que “no se permitirá propaganda electoral fuera del lapso de campaña electoral establecido por el Consejo Nacional Electoral”, es decir, hasta el jueves 17 de mayo.

En estos puntos partidistas también se realizaba el escaneo del código QR del carnet de la patria, luego de realizar el sufragio.

Un proceso oculto para la prensa

La ONG Espacio Público denunció las restricciones a los medios para ingresar a los centros con el fin de realizar la cobertura del evento electoral.  Periodistas de todo el país denunciaron el retraso en la entrega de las credenciales de prensa por parte del CNE.

Hasta las dos de la tarde la ONG había registrado un total de 11 casos, donde la obstrucción del paso al interior de los centros de votación fue el patrón de restricción utilizado por el Plan República.


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