El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, negó este viernes similitudes entre la «revolución de terciopelo» del pasado abril en Armenia, la misma que le trajo al poder, y la situación actual en Venezuela, al tiempo que evitó posicionarse sobre la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino del país.

«No se pueden hacer paralelismos entre los acontecimientos en Armenia y Venezuela. Por suerte, nosotros no tuvimos víctimas, ni tampoco hubo enfrentamientos», dijo Pashinián durante una rueda de prensa en Moscú. 

El dirigente armenio, cuyo país ha asumido este enero la presidencia rotatoria de la Unión Económica Euroasiática (UEE), motivo por el que Pashinián viajó a Moscú, aseguró que el cambio de poder en Armenia tuvo lugar «en plena concordancia con la legislación y la Constitución del país».

«Por el momento, Armenia no se ha pronunciado acerca de los acontecimientos en Venezuela y continuamos siguiendo la situación para comprender qué relación tienen esos sucesos con la Constitución», afirmó.

Sin embargo, matizó que es el pueblo venezolano el que debe tener un papel «clave» para la solución de la crisis política que atraviesa su país. 

«El pueblo venezolano debe tener un papel clave. Cualquier decisión sobre el futuro del país debe ser aceptada, en primer lugar, por el pueblo», apuntó Pashinián, quien llegó al poder tras liderar las mayores protestas antigubernamentales en la historia de Armenia.


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