Rolando Salazar
Humorista
“Antes reíamos regularmente,
ahora reguladamente”
JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA
—¿Un aguinaldo para el gobierno?
—¡Na-vi-dad-que-vie-ne-car-net-de-la–pa-tria-po-cos-van- a-le-gres-mu-chos-van-llo-ran-do!
—¿Para Maduro, en específico?
—¡Con-mi-bu-rri-to-sa-ba-neeeero..! (parrandón de despedida).
—¿Otro para la oposición?
—Villancicos de unión y paz.
—¿Para el soberano?
—¡Ven-a-mi-ca-sa-es-ta-Na-vi-dad!
—¿Cómo pudo salir de usted tanta gracia en un año como el que termina?
—Gracias a las desgracias.
—¿Alguna vez fue usted feliz y no lo sabía?
—No me he dado cuenta.
—Ante lo presente, ¿toca hoy imitar a la Navidad de antes?
—Imitarla, rescatarla, disfrutarla, preservarla.
—¿Un sustituto de San Nicolás?
—San Lorenzo Mendoza.
—¿Y del que no es tan santo?
—Sancionadores de La Haya.
—¿Ha cambiado el humor del venezolano?
—No ha cambiado, solo fluctúa a como esté el cambio.
—¿Necesita el país una sesión de risoterapia?
—Siempre y cuando el gobierno haga su sesión de zumba pal barranco.
—¿Ya se comió la primera hallaca?
—Pude comérmela en Miami.
—¿Imagina una hallaca CLAP?
—Puro guiso, en hojas de platanote maduro.
—¿Una nostalgia navideña?
—Patinar en la madrugada.
—¿Un sustituto de los fuegos artificiales?
—Una vez me cayó saltaperico en un ojo.
—¿Y del ¡jo jo jo! de Santa?
—El ja ja ja Jagua y el ju ju ju Julio Borges.
—¿La Navidad en comunismo?
—Con su arbolito artificial sin bolas y una gran extensión para que los enchufados enciendan su luz roja.
—¿Alguna diferencia frente a la del socialismo del siglo XXI?
—Antes a la medianoche había intercambio de regalos, ahora hay intercambio de disparos.
—¿La parte cómica de la revolución?
—Creerse serios.
—¿De la MUD?
—Creerse cómicos.
—¿Le gusta al venezolano que lo vacilen?
—Lo peor es no darse cuenta de que lo están vacilando.
—¿Una gracia oficial convertida en morisqueta nacional?
—Maduro y Cilia bailando sobre el luto y dolor de muchos.
—¿Le teme la revolución a los humoristas?
—Me temo que no.
—¿Con AD se vivía mejor?
—Me temo que sí.
—¿Y con la AD-constituyente?
—Además es poeta y fisiculturista.
—¿El cómico de la revolución?
—Hay un elenco de primerísimas figuras.
—¿Quién pone la cómica más seria?
—El pueblo mesmo.
—¿Su imitación más querida?
—Oscar Yanes.
—¿La más difícil?
—Imitar el mal ejemplo del menos ejemplar.
—¿Hubiese podido Chávez imitar a Maduro?
—Mala imitación, pero en pleno ejercicio.
—¿Imitadores al poder?
—Le hubiese renunciado Rafael Ramírez.
—¿Ha hecho reír a oficialistas?
—Extraoficialmente sí.
—¿Alguna vez recibió un reclamo bolivariano?
—Y en cadena nacional.
—¿Un mundo sin imitadores?
—Un mundo sin espejos.
—¿Qué produce más dinero: hacer reír o hacer llorar?
—Regla de tres: hacer reír y hacer llorar es indirectamente proporcional a hacer dinero.
—¿Le cobra igual a oficialistas y opositores?
—Al gobierno se las cobro, y en la oposición me las pagan.
—¿Regulará la risa Conatel?
—Antes reíamos regularmente, ahora reguladamente.
—De persistir la situación, ¿se anotaría en el pan o en el circo?
—Al dueño del circo le multiplicaría los penes.
—¿Ya se sacó su carnet de la patria?
—Saqué mi cédula de identidad venezolana, el carnet antillano no.
—A la fecha, ¿cuántas hallacas y panes de jamón se habría comido en democracia?
—¡Ufff!, no solo cuántos hubiese comido, sino preparado, regalado, compartido, recibido… ¡Claudio Nazoa, qué han hecho con el pan de jamón!
—¿Qué pasaría en Venezuela si Trump terminase de embargar este remedo de Navidad?
—McDonald’s ofrecería su Hallaca’s combo, con ensalada de gallina y un cinnarolls, y para los niños su Clapjita feliz, contentiva de un bollito, con su juguetico, lapicito y papel para la carta al Niño Jesús y pedir un mejor futuro para esta bella tierra venezolana.