De los 16 millones de inscritos en el carnet de la patria solo 38,1%  votó por el presidente Nicolás Maduro el domingo, pese a la obligación de presentar ese documento en los puntos rojos cercanos a los centros de votación y a los ofrecimientos de bonos que hizo el mandatario en su campaña. Analistas aseguran que los resultados electorales debilitan al gobierno y demuestran que la política clientelar ya no cala en la ciudadanía.

El politólogo Nicmer Evans, del chavismo disidente, aseguró que el 20 de mayo quedó demostrada una ruptura de la base bajo la conducción política de Maduro, que cada vez se desprende más.

“Los venezolanos se plantaron y dijeron: ‘A nosotros no nos compran con un carnet. Te recibo lo que me des pero sé que eso no resuelve mi problema de fondo’.  El Polo Patriótico ha perdido no menos de 3 millones de votos, reconocidos por ellos mismos. Es decir, el madurismo es una corriente minoritaria y el chavismo se desplazó y dejó de apoyarlo”, dijo.

Afirmó que el gobierno debe revisarse y aceptar ante la opinión pública que “no ganó nadie” y se registró la derrota más grande, a pesar de los mecanismos de control.

Evans y el también politólogo Fernando Spiritto señalaron que el último resultado del CNE, que le otorga 6,1 millones de votos al candidato oficialista, pudiera no ser la cifra real. Sin embargo, consideran que los que sufragaron lo hicieron bajo coacción y porque los movilizaron a la fuerza.

“Este es un gobierno que basa su estrategia en el chantaje. Es la única manera en la que se explica que un grupo de personas vote por un dictador. La gran mayoría del país ya no se cree el cuento.  No tienen apoyo internacional y en Venezuela el respaldo es muy bajo, eso los debilita. A Maduro ya no le funciona el clientelismo”, destacó Spiritto.

No descarta que la pérdida de Maduro se deba a fricciones en la estructura y a la falta de ingresos, en comparación con otros procesos comiciales, como los del 2013, cuando el presidente se midió con el líder opositor Henrique Capriles Radonski.

Evans expone que los únicos que pudieran generar una verdadera fractura son los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que se encuentran debatiendo el desconocimiento de los resultados.  Asegura que los militares de menor rango no están de acuerdo con las políticas del gobierno y sus decisiones podrían determinar el destino del país.

“Se atentó contra el voto”

El técnico electoral Aníbal Sánchez denunció que el PSUV y el Consejo Nacional Electoral violaron el acuerdo de garantías suscrito por los candidatos presidenciales el primero de marzo.

Recordó que uno de los puntos fue constituir una misión de acompañamiento calificada que estuviera presente en cada fase del proceso, lo cual no ocurrió porque llegaron al país tres días antes de la elección. Miembros, de cuya capacidad dudan los ex candidatos Henri Falcón y Javier Bertucci, fueron llevados por el gobierno a los centros que no contaban con puntos rojos.

Sánchez indicó que esos puntos “de coacción” violaron el acuerdo. Además, “se atentó contra la institucionalidad del voto” y los estándares internacionales, que indican que el sufragio debe ser ejercido de forma universal, directa, secreta. “Se expresó menos de la mitad del padrón y condicionó la opción de preferencia del elector”, señaló el experto.


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