El pasado 23 de abril, hubo un derrame petrolero en la refinería de Pointe-à-Pierre de Trinidad y Tobago que ha afectado las costas venezolanas. Restos de fuel oil se han observado en los estados Sucre, Nueva Esparta y Delta Amacuro, y pese a que Petróleos de Venezuela activó un plan de saneamiento dos días después del incidente, la contaminación aún no ha sido controlada.
Pdvsa informó el sábado, en una nota de prensa, que intensificaron el Plan de Contingencia contra Derrames de Hidrocarburos en la zona costera oriental del país, “luego de constatarse la presencia de crudo en la Bahía del Morro de Puerto Santo y en la playa Cipara, pertenecientes al municipio Arismendi del estado Sucre; así como en el balneario La Caracola, en plaza Valdez, Punta Ballena y El Ángel, localizadas en el sur del estado Nueva Esparta”.
La empresa indicó en el documento que continúan haciendo inspecciones vía marítima y aérea en las zonas afectadas, en el norte de la península de Paria del estado Sucre y en la zona sur del estado Nueva Esparta, a cargo de un equipo interinstitucional.
Explicaron que para la preservación de los recursos están aplicando “la técnica de recolección manual de crudo en las playas de forma diaria y constante, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental” y que también emplean “la reutilización de materiales orgánicos para la absorción del hidrocarburo”.
La estatal notificó el 10 de mayo que el plan registraba 60% de avance en Paria, sin embargo, a través de las redes sociales los usuarios continuaron reportando la presencia de este compuesto en las costas.
El Movimiento Ecológico de Venezuela emitió un comunicado esta semana en el que expone su preocupación sobre que la presencia del hidrocarburo en las playas pone en riesgo la temporada de desove de las tortugas marinas.