El Tribunal Supremo de Venezuela nombrado por el Parlamento, de mayoría opositora, celebrará sus sesiones en la Organización de los Estados Americanos (OEA), en Colombia y en una oficina privada en Washington, ya que sus miembros están perseguidos por la Justicia de su país.

Así lo explicó a un grupo de medios, entre ellos Efe, Miguel Ángel Martín, presidente del TSJ que se instaló hoy en el Salón de las Américas de la OEA, con el apoyo rotundo del secretario general del organismo, Luis Almagro, y el rechazo de los embajadores de los países miembros, que no asistieron.

El Supremo opositor celebra ahora, además, su primera sesión de trabajo en el Salón Miranda de la sede del organismo continental y la semana próxima hará otra reunión en Colombia, en un lugar por determinar.

La sede de este Supremo no será la OEA, sino una oficina privada en la ciudad de Washington, precisó Martín.

No obstante, el magistrado respondió afirmativamente cuando se le preguntó si volverán a celebrar reuniones de trabajo en las instalaciones de la OEA, como la que tiene lugar hoy en el Salón Miranda tras el acto de instalación, al que asistieron decenas de figuras de la oposición y simpatizantes.

Sobre los temas prioritarios para este tribunal, Martín no profundizó pero sí dejó claro que el objetivo fundamental son «los derechos humanos» y, en concreto, «la apertura de un canal humanitario», aunque no precisó si trabajarán con algún organismo internacional al respecto.

Almagro no solo cedió el salón más ilustre de la OEA para la formación del máximo tribunal, sino que estuvo en primera fila durante el evento y pronunció un enérgico discurso a favor del nuevo órgano de justicia y en contra del oficial en Venezuela.

«Los magistrados (del Supremo opositor) tienen la fundamental tarea de dar sentido a la Justicia nuevamente en el país, una Justicia que ha sido esquiva para los venezolanos, inexistente para los venezolanos, definitivamente atropellada por los abusos y arbitrariedades del régimen», dijo el ex canciller uruguayo.

«El TSJ (oficial) es hijo de la asamblea nacional constituyente y definitivamente está deslegitimado por sus acciones contra la democracia, sus abusos y arbitrariedad contra el Estado de derecho y los derechos humanos», agregó.

Almagro no precisó de qué forma va a trabajar el TSJ, si celebrará sesiones en las instalaciones de la OEA, como los magistrados confirmaron al término del evento y comenzaron a hacer inmediatamente tras la ceremonia.

Solo dijo que el comienzo de sus trabajos abre un camino a la institucionalidad venezolana, sin especificar dónde y cómo efectuarán esa labor.


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