112 diputados no pudieron asistir ayer a la Asamblea Nacional. La razón: a la altura de El Rosal, la GNB, dotada de 8 tanquetas y equipos antimotines, reprimió a los legisladores y a quienes los acompañaban: miles de ciudadanos, que habían salido del oeste y este de Caracas, y se concentraron, inicialmente, en la plaza Francia, y de ahí agarraron rumbo al distribuidor Altamira con la intención de apoyar al Poder Legislativo y condenar el autogolpe de Nicolás Maduro. 

El gobierno violó, así, varios derechos: al trabajo de los parlamentarios; a manifestar de manera pacífica; a transitar por el territorio; el fuero o inmunidad del cual gozan los legisladores; y el más importante: el derecho a la vida.

“Medalla de honor”. La capital amaneció bajo custodia policial y militar porque la MUD no había precisado hacia dónde iría. El CNE y sus alrededores, entre ellos el Palacio Legislativo, tomado por Casa Militar por la presencia de Maduro en el centro para entregar su oficio proconstituyente; el TSJ, por un comando de la GNB, así como las sedes de la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General.

Eran las 10:30 am. Desplegada en la plaza Francia, la bandera tricolor esperaba por los manifestantes. El cielo encapotado presagiaba tempestad.

El Señor del Papagayo llegó bien temprano. Su última creación decía: “Constituyente no. Maduro, mejor aprieta ese anillo”. Muchos jóvenes madrugaron. Ya a esa hora tenían rato esperando, al igual que varias monjas. “Tenemos que luchar contra la dictadura, no podemos quedarnos en nuestras casas”, afirmó una joven, estudiante de Medicina. De Catia, la gente de @DSDVenezuela y @juliococo dijeron presente.

Mientras los diputados Stalin González, Miguel Pizarro y Freddy Guevara declaraban a la prensa, un grupo trancó la avenida Francisco de Miranda. “Nicolás, te vamos a sacar de Miraflores”, dijo Richard Blanco. Lo aplaudieron. Eran las 11:24 am.

Pocos minutos después, con el grupo de parlamentarios al frente en ambas avenidas, la Del Ávila y la Sur Altamira, fueron al distribuidor, en la autopista Francisco Fajardo. Con los brazos entrelazados mostraron al mundo la necesidad de estar unidos para afrontar lo que falta.

A las 12:07 pm comenzó a llenarse la Fajardo. Poco se esperó. Ya a las 12:15 pm decidieron tomar rumbo al Parlamento. “¿Quiénes somos? Venezuela. ¿Qué queremos? ¡Libertad!”, gritaron mientras los aplausos retumbaron. Gente de todas las edades, de todas las clases sociales, unos sonrientes, otros más serios, algunos con pancartas, con paraguas, la mayoría en ropa deportiva, plenaron la autopista en sus dos canales. “Ya no alcanza ni para soñar”, decía una pequeña pancarta. La imagen del Corazón de Jesús también acompañó la protesta.

A las 11:00 am los cuerpos de seguridad trancaron la autopista Fajardo, pues la orden era: “No pasan”. Y así se cumplió. Las detonaciones y los gases se apoderaron de la autopista. A la 1:22 pm, Salud Baruta registró 20 heridos por perdigones, piedras y asfixiados por lacrimógenas. Uno de ellos, de 17 años, Armando Cañizales, falleció en la tarde por el impacto de bombas, que le causó shock y paro cardiorrespiratorio, informó el alcalde Gerardo Blyde. A las 4:00 pm, la cifra de heridos subió a 70.  El fotógrafo freelance Juan Carlos Neira fue impactado en la cabeza y un grupo de periodistas fue atacado con gases.

El resultado rojo comprendió tres diputados heridos: el primer vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, en la pierna; Julio Montoya, con una bomba en la espalda; y Gaby Arellano. “Señor Maduro, sigo firme y voy pa’ lante. Ni usted ni sus esbirros nos intimidan. Una herida de su dictadura es una medalla de honor”, expresó Guevara.

El gas era más fuerte e hizo que los manifestantes, que partieron a las 12:22 pm del distribuidor, y que vitoreaban: “Es lo que ves; es lo que escuchas, son los diputados en la calle otra vez”, tuvieran que replegarse y buscar resguardo ante cientos de bombas que caían.

Todo era alegría y coraje, verdadero sentimiento nacionalista, hasta que se llegó a El Rosal. Las lacrimógenas volaron una tras otra. La ballena también actuó. Fue salvaje, fue brutal. El miedo apareció en los rostros de quienes huían y buscaban una salida. “No corran, manténganse calmados”, aconsejaban algunos que intentaban hacer entrar en razón a la multitud. Al fondo retumbaban los sonidos de los disparos y se veía la nube de humo.

Los diputados no tuvieron oportunidad de hablar con el jefe militar, que a las 12:42 pm, ordenó a su personal avanzar y correr a la gente que estaba en la Fajardo. “La Asamblea es el único organismo que se opone vigorosamente al golpe de Estado ejecutado por Maduro con apoyo del alto mando militar y el TSJ. Hoy recibimos el apoyo del pueblo y fuimos atacados. Esta profusión de bombas es simplemente porque la gente quiere defender la Constitución. Nuestro derecho a manifestar no puede estar trazado ni regulado, podemos manifestar en cualquier lugar del país”, reclamó el secretario general de AD, Henry Ramos Allup.

Al percatarse de que el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, caminaba por Las Mercedes, la represión arreció y les lanzaron bombas. “¡Mosca!”, advirtió a quienes iban a su lado.

Los manifestantes aguantaron por una hora los ataques, pero a la 1:49 pm la GNB llegó al distribuidor Altamira; se apostó allí para evitar que se levantaran barricadas. La gente corrió, entonces, a la plaza Francia, donde organizaron la resistencia. El concejal de Voluntad Popular, Reinaldo Díaz, habló desde un megáfono: “Cuando un soldado vea a su abuela, a su madre y a su familia que sin miedo está en la calle protestando, se preguntará: ¿Y qué carajo hago yo masacrando a mi pueblo? Vamos a organizar la resistencia y apoyar a los diputados”.

La GNB no se conformó con “liberar” el distribuidor, sino que avanzó a la plaza Francia, donde permanecían cientos de personas.  Bombas, perdigones caían, mientras “los escuderos” las repelían. El cuerpo militar arreció; lanzaron las tanquetas que atropelló a tres personas y dispararon cientos de bombas.

A las 4:00 pm, el alcalde de Chacao, Ramón Muchacho, informó que Salud Chacao atendió a  71 heridos: 57 por traumatismos, 11 por asfixia, 1 por hipotensión, 2 por quemaduras.  Si se suman los 70 reportados por la autoridad de Baruta, más los de Chacao, hubo 141 heridos en 4 horas. En el caso de Táchira, hubo un adolescente herido en Táriba  y dos detenidos en Lobatera: David Mora y Miguel Alarcón.

 “¿Cómo va a terminar esto? Ya esta represión no se aguanta”, clamó una señora con la cara embadurnada de bicarbonato y agua. La guerra no ha terminado. Esta fue solo una batalla.


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