Una mano para el rosario, la otra para la bandera: las religiosas Esperanza Cadavid y Leonor Pérez nunca pensaron cuando llegaron décadas atrás a Venezuela que estarían sentadas en el medio de la autopista Francisco Fajardo protestando contra el gobierno de Nicolás Maduro en el «Gran Plantón Nacional», convocado por la oposición.

“Estamos en un pozo sin fondo, me estremezco cada vez que veo gente hurgando en la basura, lamiendo alguna sobra, me da mucho dolor”, dijo Cadavid, una religiosa, de 83 años de edad, quien llegó a a Venezuela en 1978 desde Santander, Colombia. A pesar de sus casi 40 años en el país, su acento al hablar aún delata su origen.

“Nunca vi algo así y mire que llegué en la época de Pérez Jiménez, que fueron años muy oscuros pero usted conseguía comida y trabajo”, indicó Pérez en referencia a la última dictadura venezolana de la década de 1950.

No es la primera vez que responden al llamado a protesta de la oposición. El sábado, en una marcha hacia la Conferencia Episcopal, se vio a sacerdotes y religiosas marchando, justo cuando el gobierno de Maduro acusa a la Iglesia Católica venezolana de ser un “actor político” opositor.

“Somos religiosas, pero antes ciudadanos con derecho a la libertad de expresión”, respondió Pérez, quien como Cadavid, está nacionalizada desde “hace años”.

Cadavid aseguró que el gobierno no saldrá solo con movimiento, asegura que necesaria la oración. «Es una combinación de ambos porque como dice el dicho: ‘con Dios orando y con el mazo dando’”, comentó.


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