El cierre de vías y los gases lacrimógenos que impiden que las movilizaciones lleguen a su punto final ayer no evitaron que un nutrido grupo de ciudadanos protestara frente a la barrera de metal que la Guardia Nacional Bolivariana instaló en las adyacencias de la Procuraduría General de la República para evitar que la “Marcha de los Libertadores” finalizara en Los Próceres.

Llegaban a paso lento y en grupos no mayores de cinco personas. Había mucha cautela porque la zona estaba militarizada. “¿Quiénes somos?, Venezuela ¿Qué queremos?, libertad. Fueron las consignas que activaron la participación de los presentes en el lugar.

Una mujer tomó la iniciativa y llamó a las personas para que la acompañaran a realizar una cadena humana. Con escepticismo se fueron acercando  y cuando todos se reunieron empezaron a entonar las notas del Himno Nacional, gritaron consignas y hasta se plantaron.

Maria Elena Ocando comentó que decidió no marchar porque todos los accesos estaban bloqueados y junto con su familia se dirigió hasta Los Próceres. En vista de que el paso estaba bloqueado, se concentró a pocos metros de la Procuraduría.

“Esto ya no se aguanta; soy nutricionista y lo que me dicen mis pacientes es que no tienen qué comer. Esto tiene que cambiar y por eso protestamos”, expresó.

Ex militares a la carga. Un grupo de militares retirados de la Fuerza Armada Nacional también salió al ruedo y se sumaron a las manifestaciones opositoras en contra de Nicolás Maduro. Se concentraron en el bulevar de Los Símbolos; querían llegar a Los Próceres para entregar un documento al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, en el que le exigen que rescate el honor del cuerpo castrense, pero funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana lo impidieron.

Apuntaron con sus armas, sin ningún respeto, a los ex funcionarios que por años sirvieron a la patria y formaron parte de la FAN, hasta que llegó el director general de ministerio de Defensa, Rosales Duque, que escuchó atentamente los reclamos de los militares veteranos.

En la avenida Victoria fue imposible que se concentraran los opositores. En la calle Presidente Medina con avenida Cataluña fueron repelidos con brutal saña cuando apenas había 20 personas. Los motorizados de la PNB lanzaron lacrimógenas en varias cuadras para que no quedara nadie en la calle e incluso atacaron a las personas que hacían cola para comprar arroz en el Central Madeirense.

“Fue horrible; los viejitos corrieron hacia los estacionamientos. Esta gente –los policías– no respetan a nada ni a nadie. Aquí no estaban protestando. Estaban comprando comida”, dijo una comerciante informal frente al supermercado.

Atacados en el este El mensaje de la oposición a funcionarios de la FAN no llegó a Los Próceres, pero en la autopista Francisco Fajardo fueron incontables las palabras que manifestantes les gritaron con indignación, impotencia, rabia y miedo, entre lacrimógenas y chorros de aguas.

Quienes caminaron desde el este y sur de la ciudad fueron reprimidos en la Fajardo. En media hora de arremetida, con ballenas, gas lacrimógeno, motos y escuadras de guardias a pie, lograron dispersar a los manifestantes hacia Las Mercedes, Chacao y Altamira. Horas después un grupo de jóvenes “en desobediencia” retomó la autopista cuando la GNB hacía el cambio de turno.

Pasado el mediodía, las marchas arrancaron desde Chacaíto y Bello Monte, y se unirían en la autopista para llegar al paseo Los Próceres. Algunos manifestantes treparon los puentes de guerra que fueron quitados por el gobierno.

La marcha que iba a salir de Cumbres de Curumo fue sitiada por la GNB. Apostaron tanquetas en las vías que tomarían para llegar a Los Próceres. El diputado Juan Andrés Mejía manifestó que la oposición no exige una insurrección militar, sino que sus componentes respeten y hagan honor al juramento. “Alto al fuego, honra la vida”, fue el mensaje en letras gigantes que recorrió la marcha.

Henrique Capriles, María Corina Machado, Henry Ramos Allup y Freddy Guevara, durante la movilización, exhortaron a los funcionarios de seguridad a escuchar al pueblo, respetar la Constitución y no defender al régimen.

A la 1:20 de la tarde comenzó la represión, cuando marchistas caminaban la autopista sentido este-oeste a la altura de El Rosal. “Somos venezolanos al igual que ustedes; hacemos las mismas colas y sufrimos las mismas carencias”, gritó un hombre a los militares de la GNB en medio de la vía. Poco después fue perseguido junto al resto de personas.

Se registraron 70 heridos, entre ellos el diputado Carlos Paparoni, quien recibió un impacto de metra en la pierna derecha. El director de Salud Baruta, Enrique Montburn, informó que más de la mitad de los lesionados fue por traumatismos causados por las bombas.

Motorizados de la GNB persiguieron a los manifestantes hacia las zonas de escape, varias personas denunciaron haber sido robadas por los agentes de seguridad.


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