Son las 2:00 de la tarde de un domingo en Turmero, estado Aragua. En una vivienda ubicada en la comunidad de Sorocaima, las personas se comienzan a reunir para compartir con Ismael García en un “sancochazo”: una de las actividades pautadas para ese día, a propósito de la campaña electoral para convertirse en el próximo gobernador de la entidad.

El opositor entra y se sienta con un grupo de personas que comen sancocho al final del patio. Ahí oye los problemas que afrontan; además, recibe uno que otro agradecimiento por llevar un plato de comida para todos.

-Ismael, esta gente nos ha hecho mucho daño, tenemos que salir de esto, replica una señora que permanece sentada en el sitio.

El candidato asiente con la cabeza, en un gesto de aprobación y continúa la conversación.

En medio del sol inclemente, la gente sigue llegando y la actividad trascurre con normalidad por un par de horas más.

En Aragua el clima de campaña electoral se siente. Los ciudadanos se enfrentan a la tarea de decidir si continúan el camino de la mano del chavismo o eligen una nueva dirección.

Ismael García es el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por el estado Aragua.  Fue electo en un proceso de primarias inmerso en polémica tras la negativa de Primero Justicia de reconocerlo como ganador, argumentado irregularidades en el centro electoral de Paya.

Semanas luego del incidente y con los resultados que lo ratificaron candidato, el líder regional recalca que en la Unidad es normal que haya diferencias. Asegura que, pese a ello, los dirigentes con los que se enfrentó en las primarias se han integrado progresivamente a su equipo de campaña para trabajar por una meta en conjunto: recuperar la Gobernación de Aragua.

“Más allá de que los partidos de la Unidad tengamos diferencias -que eso es normal- hemos ido llamando a todos los compañeros con los que tuvimos diferencias de visión en el proceso de primarias y se han estado incorporando. Al final lo harán todos porque el compromiso es con Aragua”, aclara en una entrevista a El Nacional Web.

Para García es urgente un cambio de gobierno en  la entidad. Asegura que durante sus recorridos se ha percatado de que los aragüeños están cansados de la inseguridad, la escasez y la poca calidad de vida.

“Cuando nos metemos en los barrios la gente nos recibe con muchísimo entusiasmo, con muchísima fuerza porque quiere un cambio. En Aragua ha surgido un liderazgo colectivo representado por madres que no tienen ni como ejercer una profesión para llevar sustento a su casa, por hombres que deambulan por las zonas industriales (…) La gente quiere un cambio. Se canso de la situación del hambre, la inseguridad, de los problemas que cotidianamente los afectan”, expresa el dirigente.

Agrega que el candidato a la Gobernación por el Partido Socialista Unido de Venezuela en la entidad debe tener miedo de entrar a las comunidades, ya que goza de un alto rechazo en el estado.

“El que hoy tiene que tener miedo a meterse en las comunidades es el candidato de Maduro. Este es un gobierno que habló de los pobres, que dijo que quería a los pobres y luego los abandonó y no se ocupó de ellos”, enfatiza.

De llegar a la Gobernación, García afirma que luchará por un cambio real en todo el estado con la implementación de varios programas de educación, alimentarios y con la participación de la población.

“Aquí vamos a hacer un presupuesto participativo, para que la gente opine, para que recuperemos hospitales. Llevar programas alimentarios a las comunidades. Aquí hay una deserción que supera 60%. Nuestro gobierno debe ser uno de la calle, popular”, recalca.

El dirigente también reitera la necesidad de solventar grandes problemas del estado como la inseguridad, problemática en la que desestima la implementación de la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) como solución.

“En Aragua la seguridad no la vamos a resolver matando gente con las OLP,  hay que sentarse a dialogar pero también hay que tener mano firme, recuperar los cuerpos policiales”, detalla.

García repudia la gestión de antiguos gobernadores de la entidad, como la de Tarek El Aissami. “Hizo como tres plazas, un convenio con el Marriot y bueno… Yo no creo que en esa teoría de que ser rico es malo y ser bueno es pobre, ninguna de las dos, nosotros creemos en una sociedad justa. Hace falta una cosa que se llama igualdad de oportunidades”, puntualiza.

El opositor que salió del chavismo

García está en las filas de la oposición desde hace 10 años, pero no siempre fue así. El dirigente apoyó activamente al ex presidente Hugo Chávez durante un largo período.

En 2007 vino el quiebre cuando se opuso a que Podemos, su partido de aquel entonces, se fusionará con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); además,  siendo diputado a la Asamblea Nacional rechazó el proyecto de reforma constitucional que promovía el fallecido mandatario.

García se separó de las filas del oficialismo y poco a poco se abrió camino como dirigente de la oposición. Sin embargo, no ha logrado apartarse de los comentarios que lo tildan de “traidor”.

“Yo desde 2007 milito desde la Unidad del país. Tengo 10 años empujando un cambio en Venezuela (…) El tema de traidor es una palabra que la usan muchos que tienen una visión autoritaria de las cosas. Nuestra visión sigue siendo un proyecto de país que es incluyente y protagónico”, enfatiza.

Asegura que sigue en el mismo camino y que los únicos que pueden ser considerados traidores son los que usan la Constitución a su conveniencia.

“Aragua es un reto y un compromiso”

Ismael García nació en Falcón y se crio en La Victoria, estado Aragua, razón por la que ve la entidad como su único hogar.

El candidato ha estado inmerso en la política desde hace más de 30 años. A su juicio, para  ser dirigente es necesario tener sensibilidad social, además de ganarse a las personas con acciones y no solo con “discursos bonitos”.

“Un político que no tenga sensibilidad social tiene que dedicarse a otra cosa. El que tiene pensado llegar a un cargo para ver en qué se va a rebuscar tiene  que hacer otra cosa, que se vaya de comerciante o que se yo”, agrega.

García se define como un luchador social con sensibilidad, reitera su compromiso con el pueblo de Aragua y sus ganas de contribuir a que la entidad progrese.

“Soy un luchador social, es lo que he sido toda la vida (…) Soy un hombre que quiere a su familia y quiere una sociedad distinta. Para mí Aragua es un reto y un gran compromiso”, destaca quien fue alcalde en dos periodos del municipio La Victoria y  ahora aspira convertirse en gobernador.


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