Ciudadanos vestidos de blanco salieron a la calle en diferentes estados del país para participar en la Marcha del Silencio, que fue convocada por la Mesa de la Unidad Democrática en honor de las personas muertas durante las protestas.
Los tachirenses se concentraron en el Obelisco de los Italianos para luego dirigirse a la Diócesis de San Cristóbal. Mientras arrancaba la marcha hombres y mujeres con las manos pintadas de blanco oraron por el país. A su llegada fueron recibidos por el obispo emérito de Mérida, monseñor Luis Alfonso Márquez, y el sacerdote Ender Sánchez.
Monseñor Mario Moronta no estuvo presente por compromisos relacionados con ordenaciones sacerdotales en la localidad de El Cobre. Sánchez fue encargado de leer un comunicado que Moronta dejó.
“La protesta de la sociedad civil tiene una razón de ser: el cansancio ante tanta inseguridad, ante la limitación para conseguir insumos necesarios para poder vivir, la dificultad en la adquisición de medicamentos y la pérdida de la calidad de vida de todos los ciudadanos”, señaló el mensaje.
Advirtió que “es necesario que el gobierno respete las instancias establecidas en la Constitución y se abran las puertas para un diálogo auténtico, para las elecciones y se respeten los derechos de quienes están detenidos por motivos políticos, de quienes manifiestan y se encuentran desamparados e indefensos”.
“Pedimos a todas las autoridades policiales y militares que cumplan sus funciones de protección a la ciudadanía. No es con la violencia de una represión desmedida como se conseguirá la paz social. Pedimos el control y desarme de los colectivos”, añadió.
En Mérida el punto de partida fue la plaza de Milla. Desde allí salió una multitudinaria concentración. Las personas vestidas de blanco rezaron el rosario durante el recorrido y terminaron en la iglesia San Miguel Arcángel de El Llano, donde se realizó un tedeum, que fue oficiado por el padre Luis Sánchez.
Los zulianos partieron desde la iglesia San José con destino a la iglesia San Antonio María Claret, donde la oposición entregó un documento dirigido al arzobispo de Maracaibo, Ubaldo Santana. Allí guardaron un minuto de silencio por los caídos.
«Es un silencio que se hace un grito por los caídos. Es un grito de reclamo de la gente que quiere una salida electoral, hasta lograr que se restituya el hilo constitucional», señaló Manuel Rosales, presidente de Un Nuevo Tiempo.