Cientos de jóvenes venezolanos participaron hoy en el acto «Ideas en Rebelión», organizado por el partido opositor Voluntad Popular (VP) al cumplirse cuatro años de la detención de su líder, Leopoldo López, en arresto domiciliario desde el año pasado y condenado a casi 14 años.

En Caracas, decenas de jóvenes se reunieron en el oriente de la ciudad y recordaron las propuestas políticas de López, quien fue alcalde de Chacao y ha sido calificado como un «preso de conciencia» por Amnistía Internacional (AI).

«Las acciones de Leopoldo, cada una de sus palabras, cartas y libros, fueron las que crearon a VP. Nuestro lema: Todos los derechos para todas las personas es una forma de vida, no es una frase publicitaria», dijo la responsable nacional de Juventudes de la formación naranja, Ana Karina García.

Aunque López está privado de libertad por «la dictadura» de Nicolás Maduro, «nosotros somos sus ideas de rebelión en la calle», agregó.

«El régimen hoy no entiende que fracasó, hicieron más fuerte a Voluntad Popular, a Leopoldo López y a esta juventud que decidió quedarse en Venezuela para seguir luchando», expresó.

Decenas de jóvenes participaron en actos similares que tuvieron lugar este domingo en varias ciudades del interior como en Valencia (Carabobo) y Maracaibo (Zulia), donde se desplegaron pancartas gigantes con el rostro del líder de VP.

A través de las redes sociales numerosos dirigentes opositores publicaron mensajes de solidaridad con López y pidieron nuevamente su libertad plena, así como el levantamiento de la inhabilitación política que le impuso la Contraloría hace varios años.

AI publicó un mensaje en el que recordó que López está «preso injustamente por opinar», en tanto que el expresidente boliviano Jorge Quiroga y el diputado español Albert Rivera publicaron mensajes de respaldo.

López fue apresado el 18 de febrero de 2014 y condenado luego por delitos asociados con una marcha antigubernamental que se desarrolló seis días antes en Caracas, en la que murieron tres personas.

Aquella manifestación dio paso a una oleada de protestas que provocó unas 40 muertes y decenas de heridos.

Una vez terminado el juicio y luego de abandonar Venezuela, el fiscal acusador, Franklin Nieves, y la entonces fiscal general, Luisa Ortega, han dicho que este proceso judicial estuvo amañado y fue encargado por el chavismo. 


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