El 23 de febrero, fecha en la que ingresará la ayuda humanitaria al país de acuerdo con el presidente encargado, Juan Guaidó, es un ultimátum para el “gobierno debilitado” de Nicolás Maduro y para la Fuerza Armada Nacional, aseguraron los politólogos Fernando Spiritto, Luis Salamanca y Daniel Arias.

La falta de apoyo político y popular, así como la incapacidad del gobierno para tomar decisiones, podrían convertir el 23 de febrero en “el punto de quiebre definitivo” del Ejecutivo y abrir un posible escenario para que se produzca “la caída del régimen al estilo de la Unión Soviética”, consideró Spiritto. “El gobierno está tan débil que puede ser derribado por hechos azarosos y el episodio de la ayuda humanitaria podría ser uno de ellos”, dijo. 

Salamanca señaló que si Guaidó dice que la asistencia internacional va a ingresar en esa fecha al país “sí o sí”, es porque está seguro de que tiene todos los elementos para forzar esa situación. Mencionó que el presidente interino puede optar por cinco escenarios: 1- Que la ayuda entre inadvertida y sea entregada como la del 11 de febrero. 2- Que ingrese mediante una negociación extraoficial con el gobierno. 3- Que entre por vías que el Ejecutivo no se entere, “porque es muy ineficiente en el control de la frontera”. 4- Que países aliados de la oposición consigan introducirla. 5- Que los militares desobedezcan a Maduro y permitan el ingreso.

Salamanca no descarta que debido a la situación que se vive en los cuarteles, donde también padecen la crisis, el organismo castrense “se divida y se produzca un pronunciamiento sobre la necesidad de que ingrese la ayuda”. 

Ambos expertos coinciden en que la capacidad de acción del gobierno también puede verse disminuida y que la orden de reprimir en la frontera no sea acatada por los militares venezolanos, como le sucedió al gobierno rumano de Nicolae Ceaușescu en 1989. “Si el gobierno quiere dar una orden de reprimir no le va a dar resultado”, afirmó Spiritto.

“Ese día será la batalla definitiva para demostrar quién tiene la voluntad política para imponer los cambios en Venezuela. Si entra la asistencia humanitaria, el régimen quedaría humillado y derrotado en su capacidad de control”, añadió Arias.

No obstante, Spiritto y Salamanca sostienen que si el gobierno niega el ingreso de medicamentos y alimentos para atender a los ciudadanos pondría en evidencia que es cruel, indolente y que está cerrado a que la comunidad internacional colabore para atender la emergencia.

Para Salamanca ninguno de los dos escenarios será beneficioso para el régimen, puesto que en caso de autorizar la ayuda estaría aceptando la catástrofe social que ha venido refutando y sería una “victoria política total” para Guaidó, que fortalecería su lucha por el cese de la usurpación. Y en caso de que niegue el ingreso se enfrentaría a la comunidad internacional, que continuará ejerciendo presión para que sea aceptada, desconociendo a Maduro y reconociendo al gobierno interino.

Spiritto y Salamanca desvirtuaron al argumento de la cúpula gobernante de que la oposición utiliza la ayuda humanitaria para justificar una intervención militar. “El gobierno apela a cosas absurdas para descalificar la asistencia porque se ha convertido en el elemento de lucha más importante del momento”, enfatizó Salamanca.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!