El bodrio alocado del socialismo del siglo XXI ha hecho que Venezuela en los últimos meses se convirtiera en un mar sin fondo o una tierra sin piso, que continuará hundiéndose en una crisis de inmensas proporciones.Ciertamente, esto sucede como consecuencia del desbarajuste económico, la inseguridad, la corrupción, la violencia, pero últimamente han entrado en juego otros actores que nos sumergen en una insondable duda y nos convierten en una especie de espías.Es el caso que existe un absoluto desconcierto en el gobierno por el solo hecho de que una mayoría de venezolanos decidieron apelar al artículo 72 de la Constitución Nacional que establece que todos los cargos de elección popular son revocables transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario y podrá solicitarse la convocatoria de un referendo para revocar su mandato.Los elementos no convencionales (de allí lo de espías), se producen justamente cuando las fuerzas de la Unidad Democrática deciden solicitar ante el Consejo Nacional Electoral la revocación al presidente Nicolás Maduro. En ese preciso instante comienzan a moverse y removerse ?por una parte? el oficialismo que teme ser echado de Miraflores y ?por la otra? los ciudadanos venezolanos que tienen las garantías de contar con los votos suficientes para la victoria conclusiva.A la par de esto, se activan testimoniales contundentes, declaraciones ásperas de distinguidos personajes de la política internacional como el uruguayo y secretario general de la OEA, Luis Almagro; también, el grupo de veinte mandatarios que integran la Iniciativa Democrática de España y las Américas. Asimismo, los expresidentes Álvaro Uribe y Rodríguez Zapatero, la mandataria chilena Michelle Bachelet, Barack Obama, Ban Ki-Moon, más una lista interminable; pero, por encima de todos estos doctores está el pueblo.Imposible dejar por fuera al canciller del Vaticano, Gallagher, quien se vio obligado a suspender su visita a Venezuela. La propuesta del RR también ha traído como consecuencia, por ejemplo, que dirigentes que hasta hace poco eran solidarios con el gobierno, como los periodistas Nícmer Evans y Pérez Pirela, hoy se muestren de acuerdo con la consulta refrendaría.Las lluvias de críticas de dirigentes del PSUV llegaron al clímax con el mayor general (R) Clíver Alcalá Cordones, oficial de primera línea dentro del chavismo, quien confesara estar de acuerdo con que el revocatorio se llevara a cabo este año; además, de que él votaría por la salida de Maduro.En consecuencia, Alcalá Cordones, sin dejar lugar a dudas, habló del apego a la Constitución por parte del actual Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López. ¿Será cierto? ¿A quién pretende engañar y para qué? ¿Para perjudicar a Padrino López? Ya veremos más adelante qué pasará.Finalmente, Maduro se nota jadeante, a veces fatuo, siempre atarantado, con un discurso sin contenido. Pero hay algo más, según Datincorp: 64% de la población no votaría por él ni siquiera en el supuesto de que resolviera todos los problemas que hoy agobian a nuestros compatriotas. De estos guarismos se deduce entonces la irreversibilidad del comportamiento electoral del venezolano.  [email protected] 


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