Con el título no me refiero a un país utópico sino a uno alcanzable. Y lo bueno es que hay realidades, recogidas en métricas, que nos permitirán hacerlo.Un ejemplo de tales métricas son los indicadores de gobernabilidad que publica el Banco Mundial periódicamente.La gobernabilidad se define como las tradiciones e instituciones a través de las cuales se ejerce la autoridad en un país, e incluye el proceso por el cual los gobiernos son elegidos, controlados y reemplazados, la capacidad del gobierno para formular y aplicar eficazmente políticas acertadas y el respeto de la ciudadanía y el Estado por las instituciones que regulan las relaciones económicas y sociales entre ambos.La gobernabilidad así definida, es medida por seis amplias dimensiones: calidad del marco regulatorio, Estado de Derecho, voz y rendición de cuentas, control de la corrupción, efectividad del gobierno y finalmente, estabilidad y ausencia de violencia. Cada dimensión tiene una nota que oscila entre -2,45 (desempeño débil) y +2,45 (desempeño fuerte).Venezuela terminó el 2014 con las siguientes puntuaciones en las seis mencionadas dimensiones: calidad del marco regulatorio -1,81, Estado de Derecho -1,89, voz y rendición de cuentas -1,07, control de la corrupción -1,38, efectividad del gobierno -1,23 y estabilidad y ausencia de violencia -0,83. Tal y como el lector puede notar, todas negativas.De hecho, entre el 2000 y 2014, durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, todas estas métricas empeoraron, pero las que más lo hicieron fueron la calidad del marco regulatorio, el Estado de Derecho y la voz y rendición de cuentas ello en virtud de que la Asamblea Nacional, con su actual mayoría oficialista, facilitó y favoreció la corrupción que, en opinión de personajes como Frank Vogl (cofundador y asesor de la organización Transparencia Internacional), constituye la causa de la actual crisis gemela: política y económica.Para el 2014, cinco países del mundo obtuvieron las mejores puntuaciones en cada una de las dimensiones ya mencionadas para Venezuela. En calidad del marco regulatorio Singapur obtuvo +2,23; en estado de derecho Finlandia obtuvo +2,12; en  voz y rendición de cuentas Noruega alcanzó +1,71; en control de la corrupción Nueva Zelanda obtuvo +2,27; en efectividad del gobierno otra vez Singapur obtuvo +2,19 y finalmente en estabilidad y ausencia de violencia Groenlandia obtuvo +1,94.Así, las puntuaciones alcanzadas por Singapur, Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda y Groenlandia, señalan seis puntuaciones factibles de lograr. En nuestro convulsionado mundo, un país con tales puntuaciones, representaría un país ideal, un país con baja corrupción y baja tasa de homicidio intencional, con un estilo de gobierno caracterizado por un mayor grado de cooperación e interacción entre el Estado y actores no estatales en el interior de redes de decisiones mixtas públicas y privadas.La dura transición hacia ése país ideal se inicia este domingo 6/diciembre con tu voto y con el rescate de la Asamblea Nacional: no dejes de votar. 


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