Una de las noticias más importantes de los últimos días fueron los resultados definitivos de un proceso electoral ocurrido en Bolivia. El avance incesante que vivimos tanto  en el campo  de la globalización como en el de la comunicación  permiten que los resultados de un referendo propuesto por el presidente de una república sudamericana sea recibido con atención en cualquier lugar del mundo por todo género de público. Banalidad de cualquier noticia en  nuestra cotidianidad, podríamos decir irreverentemente, mientras pensamos que ya mañana será desplazada por la noticia de cualquier otro acontecimiento, natural o social.Aquí, no obstante, en el continente americano, la preocupación por el contenido y el sentido de los resultados de ese referendo, apenas comienza a atormentarnos, pues  se inicia entre nosotros el debate sobre lo que ocurre con Evo y con Bolivia ( y no solo el debate, sino la exigencia a tomar posición )Pues quien se interese por Evo y por Bolivia, puede saber , con solo navegar un poco en Internet, dos cosas distintas, así sean concomitantes. Por un lado, nos encontramos con que Evo Morales es visto y reclama ser visto como el primer presidente indígena (indio, como coloquialmente decimos los venezolanos u ?originario? en lenguaje académico)  que se da en el hemisferio. Es visto y reclama ser visto como un presidente  que, electo por dos veces por más del cincuenta por ciento de los bolivianos, , luego de gobernar de acuerdo con la Constitución y los principios democráticos y  en aplicación de los derechos del hombre, se propone, gracias a un  referendo, sentar las bases para constituirse en presidente reelegible de por vida. Y, por otro lado, hay evidencia plena de que  Bolivia en estos diez años  de gobierno de Evo  Morales, ha logrado constituirse en el primer país  americano donde las etnias indígenas, mayoritarias en un 66 por % se batallan diariamente por participar en conjunto en la construcción de una nueva nación-Para entender, entonces, lo que está sucediendo  y aventurarse en el futuro de Evo y de Bolivia, es absolutamente indispensable ir más allá de lo que nos transmiten diariamente los medios y las redes y tener presente estos elementos:1.- Bolivia es la única nación americana  donde la población indígena (?india? u ?originaria?) siga siendo mayoritaria 62%, de la cual quechuas 36%, aymaras 25% y 5% constituido por  miembros  de 36 pueblos indígenas distribuidos en las zonas selváticas, las llanuras y en la zona del Chaco. la población de ascendencia europea (española, pero también eslava,italiana y de recientes refugiados políticos, venidos de Alemania), representa actualmente el 8% de la población y jamás ha superado, a lo largo de la historia de la nación el 15%.A pesar de estos datos étnicos, hasta el triunfo de Evo Morales en las elecciones presidenciales de 2005 y su llegada efectiva al poder a comienzos de 2006, la minoría de origen blanco dirigió, en base a sus intereses la política, la economía y  la organización y funcionamiento de la sociedad civil, excluyendo totalmente a los pueblos indígenas y apoyándose en las restantes etnias. Todo lo ocurrido a lo largo de los 180 años con que contaba la nación (guerras con casi todos los vecinos y hasta una de las grandes revoluciones ?sociales? que se han dado en Hispanoamérica que se han dado en América, la revolución nacionalista del 52 ha ocurrido bajo la dirección y mando de los blancos y la exclusión total de los indígenas.2.- Si bien en México, apareció un presidente indígena, Benito Juárez, que, proveniente de la etnia zapoteca de Oaxaca, gobernó del 1857 al 1872, Evo Morales, indio aymara del caserío de Orinoca, Departamento de Oruro, es el primer presidente indígena que se conoce en Suramérica. Pastor de llamas, en sus primeros años, aprendió el español a los 7  en una escuela argentina del departamento de Salta,  donde su padre, venido a cultivar caña de azúcar, lo había llevado.3.- Evo se convirtió, entonces, no solo en el primer presidente indígena de Bolivia, sino en el hombre, que dirigió, desde la presidencia la construcción de una nueva Bolivia, con la participación de ese 62% de la población hasta entonces totalmente marginada. Primer presidente indígena de Suramérica, agente decisivo en la creación del primer estado indígena del hemisferio americano.Rigurosos análisis históricos, sociológicos y hasta psicoanalíticos, pero también leyendas y  lecturas ideológicas nos han tratado de explicar  estas transfiguraciones de Evo y transformaciones de Bolivia, pero todas inciden en la actualidad aportando en común esta doblo visión:  por un lado, tanto el propio Evo como las etnias indígenas, que, repetimos, conforman la mayoría de la nación, reconocía en Hugo Chávez el principal inspirador y el principal  sostén material de aquellas transfiguraciones de Evo y transformaciones de Bolivia y, por el otro, todos esperaban que el referendo propuesto por el presidente con el apoyo de sus seguidores en el Ejecutivo y en los otros poderes, obtuviera  apoyo.Y, sin embargo,  triunfó  el no al referendo. Por qué: la carencia de espacio, nos obliga a responder escuetamente  a esta terrible cuestión: Porque Evo trataba con el referendo ejecutar la primaria voluntad de Chávez: perpetuarse en poder. Y los electores, hoy prolijamente informados de lo que pasa en el mundo,  así lo comprendieron y se negaron a propiciar el camino que podría llevar a Bolivia a vivir lo que está viviendo actualmente Venezuela. 


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