Como un caballo de Troya, pero con un objetivo loable y artístico, Pacho Flores presenta Entropía, el disco que grabó con el guitarrista Jesús “Pingüino” González y que fue editado por Deutsche Grammophon.

Con ese sello, tan vinculado a lo académico, el trompetista presenta un álbum en el que recorre parte del repertorio popular latinoamericano. Con obras de Henry Martínez, Simón Díaz, Pablo Camacaro, Lionel Belasco y Luis Laguna, así como de Astor Piazzolla, Tom Jobim y Pixinguinha, repasa piezas desde una perspectiva que se aleja de lo que se puede esperar cuando se habla de “La comparsa” o “Un heladero con clase”. “Está hecho desde cero, sin partitura escrita. Los arreglos se hicieron desde el razonamiento y no desde la repetición. Hay creación”, indica Flores.

“La música venezolana no es tan conocida internacionalmente como la brasileña, por ejemplo, que ha llegado a tener el mismo estatus del jazz. Para mí es un asunto trascendental ubicar a nuestra música en el mismo lugar que el tango o la bossa nova. Por eso, colocarla en una plataforma como la Deutsche Grammophon es un gran logro”, dice el artista tachirense que reside actualmente en Valencia, España.

En el catálogo de la compañía alemana destacan figuras como Claudio Abbado, Leonard Bernstein, Pierre Boulez, Gustav Mahler y Gustavo Dudamel. “Aunque sea música clásica popular, no quiere decir que no se pueda presentar en las altas salas de concierto, en la elite clásica. Este disco le gusta a mi mamá, a la abuela y a mi hijo de ocho meses. Esa es la grandeza de abrirse a más públicos. Cuando hacemos música clásica, sabemos que nos dirigimos a una minoría que tiene mucho conocimiento. No todo el mundo está preparado para el caviar, pero todos son capaces de comer una buena curvina”.

Con el propósito de respaldar la idea que tuvieron al producir este disco, la portada la protagonizan en esta ocasión los dos artistas con su respectivos instrumentos en la mano y un cuatro en medio de ambos. “Nunca antes había aparecido uno en la portada de una producción de la Deutsche Grammophon”, afirma el intérprete que fue primera trompeta en la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.

Hace dos años los músicos empezaron a concretar la idea de este álbum. Cuando González vivía en Uruguay y estaba a cargo del Ensamble Simón Bolívar en Montevideo, invitó a Flores a unos conciertos. “Le dije que quería hacer un disco así”. Cuando el guitarrista se mudó a España empezaron a grabar Entropía.

Es el segundo disco de Pacho Flores con el sello Deutsche Grammophon

Flores aclara, sin embargo, que en su tercer disco como solista y el segundo con el sello alemán no tocó la trompeta sino la corneta, que tiene un sonido más dulce y cálido. “La trompeta es más potente y se podía comer a la guitarra”, señala.

A finales de 2016, Flores estuvo de gira por Alemania y Austria con la Orquesta Sinfónica Nacional de México. Este año ha estado con la Turku Philharmonic Orchestra de Finlandia, bajo la dirección de Christian Vásquez. También ha estado varias veces en Japón.

“Con Japón tengo una relación muy especial. He ido como nueve o diez veces desde 2008. El japonés ama totalmente la música clásica y además hay muchas orquestas de viento. El próximo año llevaré Entropía”, cuenta sobre los planes con este disco, producido por Vicente Honorato.

En este álbum debuta como compositor con “Morocota” y “Lábios Vermelhos”. “Salieron por la energía de todo este proceso. Aclaro que ante todo soy intérprete. Si poco a poco hago una cantera, tal vez grabe un disco con obras propias, pero no está en los planes inmediatos”.

Sobre lo que ocurre en Venezuela, el músico opina: “El país necesita sentarse a hablar. Los problemas tienen que arreglarse por una vía pacífica. Es una situación compleja. Así no vamos a llegar a ningún lado. Hay que dialogar”.


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