La banda estadounidense de pop-rock Imagine Dragons iluminó el Palau Sant Jordi de Barcelona con un concierto de más de dos horas en el que destacaron la claridad de sus sonidos y el mensaje de amor y paz que transmitieron en sus canciones.

El grupo, formado por Wayne Sermon (guitarra), Ben Mckee (bajo), Daniel Platzman (batería) y que lidera el vocalista Dan Reynolds, tocó un repertorio formado casi exclusivamente por las canciones de su trabajo más reciente, Evolve (2017), que fue el álbum internacional más vendido en España en la semana de su lanzamiento.

Tampoco faltaron éxitos de su álbum debut, Night Visions (2012), con el que consiguieron la fama gracias a canciones como “It’s time” -la tercera que han tocado esta noche- y con el que fueron reconocidos por Billboard como la banda revelación del 2013 en Estados Unidos.

Antes de tocar “It’s time”, el vocalista, Reynolds, se dirigió por primera vez al público y ha propuesto hacer un brindis.  “Para que esta noche sea una de amor y paz, y para que dejemos todo el odio en la puerta, porque aquí no hay espacio para eso”.

Después de su discurso y en medio de la canción, Reynolds ondeó una bandera gay en el escenario, como muestra de apoyo al movimiento por los derechos de los homosexuales.

El vocalista es conocido por apoyar la causa LGTBI también fuera del ámbito de la música: este año estrenó en el festival de Sundance el documental “Believer” (2018), del que es protagonista y en el que trata la creciente problemática en Estados Unidos de jóvenes que se suicidan debido al acoso que sufren por su tendencia sexual.

En el momento de tocar la quinta canción de la noche, la agrupación originaria de Las Vegas sorprendió a sus seguidores cuando interpretaron “Three little birds”, uno de los temas más emblemáticos del rey del reggae, Bob Marley, que ha provocado que el público formara un mosaico de luces con sus móviles.

El líder y vocalista de la banda se dispuso en todo momento a interactuar con el público: bajó del escenario a abrazar a una seguidora al final de la canción “Gold” intentó hablar castellano en diversas ocasiones, aunque sin mucho éxito.

Antes de interpretar la canción “Demons”, Reynolds confesó al público que hace unos años fue diagnosticado con depresión. “Es algo que antes escondía, porque pensaba que era una debilidad que me rompía, pero eso no es cierto. No podemos seguir estigmatizando esta enfermedad”, señaló.


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