El roquero estadounidense Tom Petty, que falleció en el 2017  a los 66 años, murió por una sobredosis accidental de opiáceos, según los resultados de la autopsia desvelados este viernes por la familia del músico.

Dana Petty, viuda del artista, y Adria Petty, una de sus hijas, explicaron en un comunicado alojado en la web oficial de Tom Petty que sabían que al músico le habían prescrito medicamentos para el dolor y añadieron que estaban «seguras», antes de que se desvelara el informe de los forenses, de que su muerte fue «un desafortunado accidente».

El artista sufría de enfisema pulmonar, problemas en la rodilla y de una fractura de cadera.

«Pese a su dolorosa lesión, insistió en mantener su compromiso con sus seguidores y dio 53 conciertos de su gira con una fractura en la cadera», señalaron los familiares de Tom Petty, quienes aseguraron que por ello se agravó su dolencia.

Este analgésico es entre 80 y 100 veces más potente que la morfina y entre 25 y 40 veces más fuerte que la heroína, de acuerdo con el informe de 2015 sobre narcóticos de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA).

Además confiaron en que esta autopsia puede provocar un mayor debate acerca de la epidemia por consumo de analgésicos que vive Estados Unidos: «Entendemos que es una saludable y necesaria discusión y esperamos que de alguna manera este informe ayude a salvar vidas».


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