El grupo automovilístico alemán Volkswagen (VW) inició hoy su primera asamblea de empresa, tras el escándalo de manipulación en los valores de las emisiones contaminantes de los motores diésel en algunos de sus modelos, a la que espera que asistan alrededor de 20.000 empleados. La reunión será a puerta cerrada en la sede del mayor fabricante automotriz europeo, en la ciudad alemana de Wolfsburgo (norte), y ha sido convocada de manera extraordinaria a raíz de la actual crisis. Está previsto que asistan el presidente del comité de empresa del consorcio, Bernd Osterloh, y el nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller.Los trabajadores de la empresa se siente muy inseguros y temen por sus puestos de trabajo como consecuencia de los costes millonarios a los que se enfrentará ahora la compañía a raíz del escándalo. VW emplea a alrededor de 600.000 personas en todo el mundo, de las que unas 72.500 trabajan en la central del consorcio en Wolfsburgo, que produce al año más de 830.000 vehículos. A mediados de septiembre salió a la luz que Volkswagen manipuló a la baja los valores en los test de emisiones contaminantes en alrededor de once millones de vehículos diésel, después de instalar un software especial para ello. Según datos del propio consorcio, unos ocho millones de estos vehículos manipulados obtuvieron el permiso para circular en territorio de la Unión Europea (UE) -2,8 millones en Alemania-, y casi medio millón en Estados Unidos.


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