Actualmente, hay 4.000.000 de migrantes y refugiados venezolanos en el mundo. Colombia ocupa el primer puesto con 1.300.000 migrantes. Luego, Perú con 800.000 venezolanos y Ecuador con 300.000. Así lo informó David Smolansky, quien lleva seis meses como coordinador del grupo de trabajo para la diáspora venezolana de la Organización de Estados Americanos.
«Somos el segundo país con más refugiados en el mundo. Solamente Siria nos supera con 6.300.000 refugiados. Ni Somalia, que tiene un conflicto armado, o Sudán, que es un país que se dividió, tienen la cantidad de refugiados que tiene Venezuela (…) Es la crisis de migrantes y refugiados más grande de la historia de América Latina y El Caribe y del hemisferio occidental», aseguró Smolansky en un encuentro en Miami con la diáspora en Estados Unidos.
Chile tiene aproximadamente 270.000 venezolanos. Argentina alberga 170.000 migrantes y Brasil más de 100.000. En El Caribe el flujo migratorio no es tan alto; sin embargo, impacta por la cantidad de habitantes en las islas. «Curazao tiene 26.000 venezolanos, pero representa el 15% de su población, pues tienen 160.000 habitantes. Aruba está cerca del 15%: son 20.000 venezolanos dentro de 115.000 habitantes», explicó.
El grupo de trabajo de la OEA tiene como líneas de acción: determinar por qué migran los venezolanos, darles atención y protección, e integrarlo a la sociedad durante el tiempo que permanezca en otro país, pues considera que la experiencia académica y/o laboral aportarán para la reconstrucción de Venezuela.
Smolansky enumeró seis razones principales que llevan a las personas a irse del territorio en contra de su voluntad: crisis humanitaria, colapso económico marcado por la hiperinflación, violencia generalizada, control social, violación sistemática y generalizada de los derechos humanos y colapso de los servicios básicos (electricidad y agua).
Esta última variable fue integrada recientemente. «En enero y febrero llegaron 29.000 venezolanos en promedio a Ecuador al mes. Luego del apagón de marzo, el promedio aumentó a 80.000 migrantes. Cuando nosotros estuvimos ahí, siete de cada 10 personas nos dijeron que se fueron porque no aguantaban vivir sin agua o pasaron muchos días a oscuras», relató.
Advirtió que, de agudizarse aún más la crisis humanitaria, al final de este año habrá 5.500.000 migrantes venezolanos y proyectan, en ese mismo escenario en el que se perpetúa la escasez de alimentos y medicinas, 7.000.000 para el año 2020. «Esta cifra superaría a Siria. Sin estar formalmente en una guerra, o al menos no en una convencional, y sin haber sufrido alguna catástrofe natural», puntualizó.
Recalcó la importancia que tiene el reconocimiento de los venezolanos como refugiados. «Hoy no tenemos ese status. Esa ha sido mi obsesión desde que comencé. Tuvimos diferencias con Naciones Unidas porque no compartían la misma opinión al respecto. Sin embargo, escuchamos la semana pasada que dijeron que los venezolanos deben recibir ese status».
«La mejor solución para frenar la crisis de migrantes y refugiados es salir de la dictadura», afirmó. Además, indicó que presentaran un informe sobre la situación de los migrantes en la próxima Asamblea General de la OEA, que se celebrará en Medellín, Colombia entre el 26 y 28 de junio.