Venezuela, uno de los diez países que no ha entregado un compromiso nacional de reducción de emisiones para el acuerdo de lucha contra el calentamiento que se prevé aprobar en París, presentará su contribución si se logra un pacto «sólido». Claudia Salerno, embajadora de Venezuela en Bélgica y jefa del equipo negociador de su país en la cumbre del clima (COP21) de París, aseguró que el compromiso de Venezuela «ya está listo» para presentarlo a Naciones Unidas «en cuanto se vea que lo que se acordó es ambientalmente sólido». Venezuela es, junto con Uzbekistán, Corea del Norte, Libia, Siria, Panamá, Nepal, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves y Timor Oriental, uno de los diez países, de los 196 signatarios de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), que no ha presentado su contribución nacional al acuerdo de París. «No lo hemos hecho porque estamos en contra de que las contribuciones sean voluntarias, porque ganó la aproximación de Estados Unidos de que cada uno haga lo que quiera sin mucha ciencia y ese es el mínimo común denominador», indica Salerno, negociadora jefa de Venezuela en las cumbres del clima desde 2009. A juicio de Salerno, los 186 compromisos nacionales de reducción de emisiones sobre la mesa para el acuerdo de París demuestran «que el esquema propuesto por Estados Unidos no es correcto». «Yo no veo como un éxito que los países hayan puesto sobre la mesa lo que han querido porque eso nos lleva a un aumento de temperatura de 3,5 grados», asegura. En la última ronda de negociaciones climáticas previa a París, Salerno montó en cólera porque el plenario comenzó sin su presencia -tuvo retrasos en el tren que la llevaba de Bruselas a Bonn (Alemania)- y dijo que «no quería segundas malas partes de Copenhague». «París es completamente distinto. Para esta hora y día en el equivalente de Copenhague la gente estaba forcejeando en las puertas para entrar, la Policía estaba metiendo a miles de manifestantes presos, había plenarios donde no pasaba nada porque el cuartico verde estaba no se sabía dónde. Todo era un caos», afirma. La negociadora jefa de Venezuela cree, sin embargo, que el ministro francés de Exteriores y presidente de la COP21, Laurent Fabius, «está con todo el mundo, trabajado, no metido en un cuartico». «No hay ningún país que no haya entrado a la oficina de la Presidencia francesa por la razón que sea, por bilaterales o porque estaban facilitando. Y la Policía no te detiene cuando vas a entrar. París es otro mundo», sostiene. La embajadora venezolana también cree que en la cumbre de París «todo el mundo tiene sensación de responsabilidad con el momento histórico, entendiendo que es casi milagroso que la historia haya dado una segunda oportunidad a la misma generación que falló en Copenhague». Y aunque «aún queda un paquetico de conflictos que tienen que ser resueltos de manera política, porque este es el acuerdo políticamente más ambicioso del último siglo, de París saldrá un acuerdo durable y sólido», auguró.


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