Centenares de venezolanos se agolparon hoy en una céntrica avenida de Bogotá y le pidieron al papa Francisco que interceda por su país para que pueda superar el difícil momento por el que atraviesan y alcance la paz y la prosperidad.

Ataviados con banderas y gorras de su país, los venezolanos esperaron al obispo de Roma, que hizo un recorrido de 6,1 kilómetros en el papamóvil desde la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, hasta la Nunciatura Apostólica, tras la visita a la Casa de Nariño, sede del Gobierno, y del saludo a los jóvenes.

En el recibimiento del Gobierno colombiano a Francisco un niño venezolano que sufre el síndrome de «piel de mariposa», una enfermedad rara e incurable que produce ampollas y heridas ante el más mínimo roce, se le acercó y le entregó una pequeña bandera de su país.

Lorena Barrios, vendedora venezolana que está en Colombia desde noviembre del año pasado dijo a Efe que le pidió al papa «interceder por el futuro de Venezuela, por la paz» en su país.

Igualmente Marta Acosta, una colombiana que durante muchos años estuvo radicada en Venezuela, dijo que clamó al sumo pontífice una plegaria por esa nación.

«Quiero que haga una oración especial por Venezuela, que esta pasando por una situación muy crítica, por todos los venezolanos, mi familia, mis amigos y todas las personas que sufren día a día la escasez de alimentos, de comida y la inseguridad», dijo.

Otros venezolanos, como la familia Montañez Pico también se hicieron presentes en la jornada y con una enorme bandera, que además tenía la imagen de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, se presentaron en el Parque Simón Bolívar, en donde Francisco oficiaría horas más tarde la primera misa campal de su visita.

De otro lado, los estudiantes y funcionarios de la Universidad Pontificia Javeriana, regida por Jesuitas, como el papa Francisco, aprovecharon la oportunidad para enarbolar pancartas al paso de la caravana, en tanto que grupos musicales cantaron en una tarima.

Igualmente, médicos, enfermeras y pacientes del hospital universitario San Ignacio se tomaron un espacio para saludar a Francisco.

Wilmar Figueroa, médico del hospital, destacó la «ocasión histórica» e hizo un llamado a escuchar el mensaje con el que vino al país el santo padre.

«Me parece que es un líder mundial, independientemente (de) que sea el representante de la iglesia católica, es un líder que brinda tranquilidad y paz y que trae consigo un mensaje de reconciliación», dijo Figueroa.


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