Donald Trump calificó como inédito e ilegal haber sido grabado sin su permiso por su ex abogado Michael Cohen mientras discutían la posibilidad de comprar el silencio de una ex modelo con la que tuvo una relación.

La grabación, hecha dos meses antes de las presidenciales de noviembre de 2016, fue hallada por el FBI en el estudio de Cohen, quien en ese momento era uno de los abogados de Trump, indicó el diario The New York Times.

En un tuit, Trump consideró inconcebible que el gobierno penetrara en la oficina de un abogado (temprano en la mañana), casi inédito y arremetió contra Cohen: “Es aún más inconcebible que un abogado grabe a un cliente, totalmente inédito y quizás ilegal”.

La discusión en la grabación giraba en torno a Karen McDougal, ex modelo de Playboy, quien dijo haber tenido una relación romántica de diez meses con Trump iniciada en 2006, después del nacimiento del último hijo del mandatario.

Según The New York Times, Cohen fue consultado por el empresario de medios David Pecker sobre el testimonio de McDougal. El tabloideNational Enquirer, del grupo de Pecker, había comprado la exclusividad de la confesión por 150.000 dólares.

Varios medios reseñan que Cohen y Trump mencionan la posibilidad de comprar esos derechos. Trump, abierto a la posibilidad, le pregunta a su abogado sobre la forma del pago. La grabación se interrumpe antes del fin de la conversación. El pago nunca se realizó.

La revista The New Yorker afirmó que Pecker y National Enquirer optaron por no publicar el testimonio de McDougal para proteger a Trump, amigo de Pecker, lo que los interesados niegan.

En el estado de Nueva York es legal grabar una discusión mientras una parte de la conversación esté de acuerdo con la grabación, señala John Harris, en la publicación New York Legal Ethics Reporter. “Sin embargo, sigue siendo turbio cuándo un abogado puede éticamente grabar sin advertir previamente a su cliente”.

El actual abogado de Trump, Rudy Giuliani, dijo que la grabación exonera a su cliente porque no se le dio dinero a la ex modelo. Sin embargo, hay una investigación del FBI que busca determinar si los fondos de la campaña presidencial fueron usados para pagar a conquistas amorosas de Trump, lo que podría ser una violación a la legislación de financiación de partidos políticos.

Michael Avenatti, abogado de la actriz pornográfica Stormy Daniels, también en una batalla legal con el presidente, dijo que la grabación podría constituir una prueba de violaciones al financiamiento de la campaña si Trump sabía que Michael Cohen efectuó pagos a su nombre para influenciar la elección.

Investigado por el FBI, Cohen admitió pagarle 130.000 dólares a Stormy Daniels, en noviembre de 2016, para comprar su silencio sobre sus relaciones con Trump.


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