El presidente de Brasil, Michel Temer, revocó un polémico decreto mediante el cual encomendó a las Fuerzas Armadas la seguridad en las calles de Brasilia, después de masivas y violentas protestas que exigían su renuncia.

La revocación del decreto dictado explica que una vez cesados los actos de depredación y de violencia, con el consecuente restablecimiento de la ley y el orden, la presencia de las tropas ya no es necesaria.

La decisión de enviar al Ejército a las calles de Brasilia fue tomada el miércoles luego de una manifestación convocada por sindicatos que derivó en graves actos de violencia en la Explanada de los Ministerios, avenida que concentra todos los edificios del poder público.

Varios ministerios fueron atacados por manifestantes, que incendiaron la planta baja de la sede de la cartera de Agricultura, en medio de disturbios que dejaron casi 50 heridos, uno de ellos de bala. La Policía Militar calcula que en la protesta participaron aproximadamente 50.000 personas que, en su mayoría, exigía la renuncia de Temer.

Reevaluación

La defensa de la ex presidente Dilma Rousseff pidió a la Corte Suprema que juzgue, “con la mayor celeridad posible”, el proceso que le apartó de la Presidencia de Brasil.

Días después de que el Congreso la destituyó por supuestas irregularidades fiscales, los abogados de Rousseff presentaron en septiembre del año pasado un recurso en el Supremo que defiende la nulidad de ese proceso y ahora pide que este sea juzgado en el plenario de esa corte.

José Eduardo Cardozo, uno de los abogados de Dilma Rousseff, solicitó en la petición que «sean tomadas las medidas apropiadas para que, con la mayor celeridad posible, se repare la violencia democrática perpetrada en un proceso de ‘impeachment’ violador de nuestra Constitución».


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