Unos 50 incendios forestales continúan activos en Suecia, en una situación sin precedentes.  Los mayores, que han arrasado más de 20.000 hectáreas en los últimos días, pueden tardar semanas en extinguirse.

El responsable de la Agencia sueca de Protección Civil, Dan Eliasson, aseguró en rueda de prensa que “los mayores fuegos no pueden ser extinguidos en estos momentos y que los efectivos sobre el terreno están tratando de perimetrar los incendios».

Eliasson agregó que el objetivo de las operaciones de contención es detener la extensión de los fuegos a la espera de que cambien las condiciones meteorológicas, ya que Suecia está experimentando en los últimos días una intensa ola de calor.

“Los servicios de emergencia están trabajando para minimizar la propagación a la espera de que el tiempo cambie. Esto puede durar varias semanas”, afirmó el responsable de Protección Civil, según el diario Dagens Nyheter.

El mayor de estos fuegos ha calcinado 8.500 hectáreas en el municipio de Ljusdal (centro del país), según cálculos de los bomberos citados por medios locales, que tienen dificultades para contenerlo por la rapidez con la que se extienden las llamas a pesar de la ayuda internacional.

Cientos de personas han sido desalojadas de sus viviendas por precaución ante el avance de los llamas, sobre todo en pequeños municipios de los condados de Jämtland, Västerbotten, Gävleborg y Dalarna.

La mayoría de los incendios se han declarado en el centro y en el sur del país, aunque los fuegos se extienden por toda la geografía sueca.

“La situación en que nos encontramos es excepcional”, afirmó el primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, tras visitar una de las regiones afectadas.

Además de todos los cuerpos de bomberos disponibles -que han llamado incluso a los compañeros de vacaciones-, trabajan en las labores de extinción centenares de voluntarios coordinados por la Cruz Roja y unos 500 soldados con ayuda de dos helicópteros y un avión de transporte Hércules.

Noruega ha aportado 10 helicópteros. Italia y Francia han enviado dos hidroaviones cada una.

La multiplicación de incendios se produce en medio de una ola de calor con temperaturas inusualmente altas para este país nórdico y tras semanas sin precipitaciones. El lunes la ciudad de Uppsala, al norte de Estocolmo, alcanzó su máximo registro desde 1947, los 34,4 grados centígrados.

En lo que va de julio, se han registrado en Suecia tres veces más incendios que en el mismo período de 2017.


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