El centro de Consultoría de conflicto Urbano C3 reveló, en una investigación, que un grupo de venezolanos llegó a Medellín para conformar una banda delincuencial dedicada a hurtos a personas y a residencias, así como a redes de prostitución con sus compatriotas. 

De acuerdo con el estudio, ese grupo, conformado por unas 20 personas, estaría delinquiendo en Prado Centro y Villa Nueva, barrios ubicados en el centro de Medellín. Además, presuntamente se enfrentan con la de “Convivir” por el botín de las vacunas y robos.

Este grupo llegó a Colombia en la ola migratoria desde Venezuela. Al parecer estaba acostumbrado a delinquir. Pasó a la zona fronteriza de la Guajira a delinquir a Maicao, Barranquilla y ciudades intermedias, para luego ir a Medellín.

“Esta situación ha llevado a enfrentamientos como el que ya se evidencio en días pasados en el sector de Prado Centro, donde las ‘Convivir’ y los venezolanos se enfrentaron a tiros por una zona para hurtos.  También buscan apoderarse de espacios en el comercio informal, lo que ha generado enfrentamientos, así como la negativa a pagar vacunas”, denunció el coordinador de C3, Luis Guillermo Pardo.

El experto aseguró que la política de la Alcaldía de Medellín “sigue siendo la de tapar  y nunca reconocer qué está sucediendo en el centro, con una política más decorativa”. La entidad además denunció que la gerencia del Centro nunca habla de estos temas que ya toman puntos cada vez más altos. 

La Alcaldía advirtió que la realidad en el centro de Medellín sigue siendo bastante difícil porque todavía se concentran altos índices de violencia y se mantiene como un escenario de conflicto urbano.

“Pese a las medidas anunciadas y a los llamados golpes contundentes contra la delincuencia que son publicitados cada semana por las autoridades gubernamentales y policiales, la realidad en el centro de la ciudad es otra”, dice la entidad. 

El estudio mostró que las “Convivir” se han fortalecido aprovechando la presencia de las autoridades en otros sectores de la ciudad. Aumentaron los cobros o vacunas a comerciantes, trabajadores informales y trabajadoras sexuales.

“Hoy buscan ingresos apoderándose del negocio de los vendedores ambulantes y estacionarios al entregarles productos en consignación, están tras la explotación sexual infantil en plaza Botero y alrededores de Parque de Berrío. Utilizan menores de edad, para vender drogas en el propio parque Botero, organizan rumbas clandestinas donde menores de edad son prostituidas”, advierte el estudio.

A esto se le suma que cobran derecho de robo a los delincuentes para que estos puedan trabajar en zonas específicas de la ciudad y se apoderaron del gota a gota, que sigue cobrando víctimas.

Frente a las denuncias, el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón, dijo que las autoridades no tienen información sobre esa banda de  venezolanos, pero anunció que con base en las recientes denuncias empezarán con los trabajos de investigación e inteligencia.

“Lo que sucede en el país vecino trae retos sociales para el país y para Medellín, en materia de uso del espacio público y en algunos casos registrados de comisión de delitos”, dijo Tobón.

Confirmó que en la ciudad se han registrado delitos cometidos por venezolanos que tienen que ver con hurtos y prostitución, pero aclaró que esto no representa ninguna pista sobre la existencia de una estructura.

De acuerdo con cifras de Migración Colombia, en Medellín hay 6.433 ciudadanos venezolanos que han tramitado el permiso especial de permanencia.


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