Sindicalistas y opositores desconfían del acuerdo entre el gobierno y los empresarios para suspender los despidos por 90 días y no dan su brazo a torcer con el plan de aprobar una ley que prohíba los ceses laborales por seis meses y contemple la doble indemnización.Hugo Yasky, titular de una de las ramas más radicales de la Central de los Trabajadores de la Argentina, cuestionó el martes el acuerdo firmado la víspera entre el presidente Mauricio Macri y los empresarios y criticó que el mandatario realice maniobras para impedir que la Cámara de Diputados apruebe el proyecto sobre la materia impulsado por opositores, que ya cuenta con el respaldo del senado y que es resistido por el oficialismo.El sindicalista señaló a Radio Belgrano que si bien «muchos empresarios expresan buenas intenciones», el «Estado, que ha despedido a más de 30.000 trabajadores, no se comprometió» a poner un fin a los despidos. Asimismo, afirmó que es mejor «que sea una ley» la que proteja a los trabajadores y no un papel por escrito entre el Ejecutivo y el empresariado.Varios sindicatos mantienen desde hace semanas una fuerte presión entre legisladores afines para que salga adelante una norma que blinde a los trabajadores de lo que consideran una ola de despidos ejecutada por el Estado y empresas privadas desde principios de año.En el acuerdo, los empresarios se comprometieron a «no reducir nuestros planteles de empleados durante al menos los próximo 90 días» y «generar planes de inversión para promover más puestos de trabajo». Según el gobierno, los titulares de unas 200 firmas lo suscribieron.Pablo Micheli, dirigente de otro sector de la Central de Trabajadores, acusó a Macri de impulsar «una maniobra dilatoria» para postergar el tratamiento del proyecto y evitar así pagar el costo político que significaría tener que vetar la ley.El jefe del bloque de diputados del opositor y peronista Frente para la Victoria, Héctor Recalde, afirmó por su parte que la oposición está «muy cerca» de conseguir los 129 votos necesarios para habilitar una sesión el jueves en la que la cámara de diputados trate la iniciativa tal como fue aprobada en el senado.Macri volvió a cuestionar el proyecto. «No es la arbitrariedad ni la prepotencia, sino la generación de confianza» lo que resultará en más empleos, dijo el mandatario, quien cree que la ley sería una mala señal para atraer inversiones.El mandatario niega que exista una crisis de empleo. Sin embargo admite que Argentina todavía no ha salido del estancamiento económico y responsabiliza de males como la inflación y del déficit fiscal a la ex presidenta Cristina Fernández (2007-2015).Entre 100 mil y 140 mil puestos de trabajo se perdieron en lo que va de este año, según estadísticas elaboradas por sindicatos y consultoras privadasEl jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó que si la ley «sale como está», con la reinstauración de la doble indemnización como herramienta disuasoria, será vetada por el presidente. Asimismo acusó al Frente peronista opositor, que responde a Fernández, de hacer una exhibición de «cinismo e hipocresía» ya que «hace dos años decía que este instrumento era algo malo para los trabajadores».El riesgo a perder el empleo se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los argentinos junto a la inflación, que en abril fue cercana al 7%, la más alta desde 2002.


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