El presidente de EE UU, Donald Trump, impuso este lunes nuevas sanciones contra el gobierno venezolano, al firmar una orden ejecutiva  que limita al Ejecutivo de Nicolás Maduro la venta de deuda y activos públicos en territorio estadounidense.

El gobierno estadounidense tomó esta decisión tras las  elecciones presidenciales de este domingo a las que calificaron de «farsa» y en las que Maduro fue reelegido con 6,1 millones de votos, aunque registrando una de las participaciones más bajas en décadas.

Los EE UU sancionara a todo aquel que haga negocios con el régimen, el documento firmado por Trump señala que la «mala gestión económica y corrupción pública a expensas del pueblo venezolano» y la  represión de la oposición política son  intentos de socavar  el orden democrático mediante la celebración de elecciones rápidas que no tienen garantías y no son  justas.

En una conferencia telefónica con periodistas, altos funcionarios del gobierno de Trump explicaron que estas acciones pretenden impedir que Maduro venda activos públicos venezolanos a cambio de sobornos.

«La orden ejecutiva de hoy cierra otra vía de corrupción que hemos observado que se usa: niega a los funcionarios venezolanos corruptos la capacidad de valorar indebidamente y vender activos públicos a cambio de sobornos», indicaron esas fuentes.

De esta manera, la orden ejecutiva prohíbe a cualquier ciudadano, institución o empresa estadounidense adquirir deuda venezolana o activos y propiedades pertenecientes al gobierno de Venezuela en Estados Unidos, incluidas aquellas inversiones derivadas de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa).

El objetivo es ampliar así la presión sobre el régimen de Maduro, al que también se le limita su capacidad de obtener liquidez, incluidas las cuentas por cobrar, del Gobierno venezolano como de la petrolera estatal Pdvsa y el Banco Central Venezolano.

No obstante, las sanciones no atacan directamente las transacciones petroleras de Venezuela, por lo que EE UU no pone impedimento a que el crudo venezolano siga comercializándose en el país.

Aún así, según indicaron los altos funcionarios, Estados Unidos «continúa manteniendo todas las opciones de respuesta» ante la situación de Venezuela, «incluida la opción militar», y está coordinando activamente una acción conjunta con los 14 países miembros del Grupo de Lima.

Minutos antes de las nuevas sanciones, el vicepresidente Mike Pence adelantó que el Gobierno Trump tomaría medidas sobre el asunto y calificó los comicios venezolanos como una «farsa».

«La elección de Venezuela fue una farsa. Estados Unidos está en CONTRA de la dictadura y CON el pueblo de Venezuela pidiendo elecciones libres y justas», apuntó Pence desde su cuenta de la red social Twitter.

«EE UU no se quedarán de brazos cruzados mientras Venezuela se derrumba», agregó.

En un comunicado paralelo, Pence insistió en que el resultado electoral, del que salió ganador el actual presidente Nicolás Maduro, es «ilegítimo» y «un golpe más a la orgullosa tradición democrática de Venezuela».


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