El derechista Likud del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, perdió este martes un escaño en el recuento final de votos de los comicios generales de la pasada semana, pero mantiene los necesarios para formar gobierno, con un total de 65 asientos (de 120) del bloque de grupos de la derecha.

El Comité Electoral Central israelí publicó esta tarde un último recuento de los votos emitidos en las elecciones parlamentarias del pasado 9 de abril, que presentará mañana oficialmente el presidente, Reuvén Rivlin.

El Likud se queda con 35 escaños en el cómputo final, uno menos de los 36 que le dio el recuento del pasado jueves, y finalmente empata en asientos con la coalición centrista Azul y Blanco, encabezada por el ex jefe del Estado Mayor Beni Gantz. El otro grupo que modifica sus resultados es el partido de judíos ultraortodoxos Judaísmo Unido por la Torá, que sube de 7 a 8 escaños, los mismos que la otra formación ultraortodoxa, Shas.

La representación del resto de formaciones no varía y, tras terminar las consultas con todos los grupos parlamentarios, Rivlin hará mañana el encargo de formar gobierno al candidato que tiene más opciones, que según todos los pronósticos será Netanyahu. Tanto Israel Nuestro Hogar como Derecha Unida, con cinco diputados cada uno, y Kulanu, con cuatro, han anunciado que le darán su apoyo, que se suman a los avales que Shas y Judaísmo Unido por la Torá confirmaron ayer, garantizando al Likud una mayoría de 65 escaños

El candidato al que encargue Rivlin formar gobierno tendrá para ello un plazo de 28 días, ampliable 2 semanas más.


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