Una pareja recuperó los cuerpos de varios animales atropellados, entre ellos: venado, faisán, conejos y hasta tejones, para preparar la cena de Navidad, reseñó Infobae.
«Sé que la gente pensará que es inusual, pero en realidad tiene sentido», dijo Jim Alexander, de 41 años de edad, quien realiza esta práctica de manera habitual.
«La familia de mi esposa piensa que soy un completo bicho raro y cree que soy un asesino en serie. Pero en realidad, lo hago porque no puedo soportar ver el desperdicio de la vida», aclaró.
De acuerdo con el portal, Alexander aprovecha todas las partes de un animal, incluso cuando le sobran, intercambia partes de carne por alimentos y productos con sus vecinos.
«Recoger animales muertos del camino no es ilegal en Gran Bretaña como lo es en otros lugares del mundo, así que a veces me detengo y recojo algo si todavía se ve fresco».
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