Los líderes del G7 reconocieron por primera vez, en la ciudad siciliana de Taormina, su división respecto a la cuestión del clima, después de que Estados Unidos se negara a comprometerse con el Acuerdo de París contra el calentamiento global.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en un tuit al término de la cumbre que decidirá la próxima semana si se retira del Acuerdo de París, firmado en 2015, con el fin de reducir las emisiones mundiales de carbono.
“Estados Unidos está revisando su política sobre cambio climático así como el Acuerdo de París y, por lo tanto, no se llegó a un consenso sobre ese asunto”, recalca la declaración final.
Pese a las presiones de los miembros del G7 (Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña y la Unión Europea, Canadá y Japón), Trump no cedió. Sin embargo los otros miembros ratificaron su compromiso de aplicar el tratado.
Sí hubo consenso en lograr que Estados Unidos abandonara su tendencia al aislacionismo. Los países se comprometieron a luchar contra el proteccionismo y contra las malas prácticas comerciales.
Urgieron a hacer esfuerzos coordinados en migración, ayudar a los refugiados, pero a la vez defendieron el derecho de controlar las fronteras.
El viernes, los jefes de Estado y Gobierno coincidieron en materia de lucha antiterrorista. Instaron a los gigantes de Internet a luchar con más eficacia contra los contenidos radicales, para evitar el terrorismo yihadista y el reclutamiento de combatientes extranjeros.
Advirtieron su disposición de sancionar más a Rusia por arrebatar la península de Crimea a Ucrania y exhortaron a respetar los compromisos del acuerdo de Minsk. Llamaron a Corea del Norte a abandonar sus programas balísticos y nucleares o reforzarán medidas para lograr ese fin.
La próxima reunión del G7 será en Canadá en 2018 y contará con la ONU y el Fondo Monetario Internacional.