El gobierno interino de Brasil enfrenta otro escándalo en sus once días de gestión al revelarse que un ministro clave habría sugerido que la destitución de la presidente Dilma Rousseff permitiría detener las investigaciones sobre el multimillonario fraude en Petrobras.Fragmentos de la conversación telefónica, publicada por el diario Folha de Sao Paulo, señalan que el ministro de Planificación, Romero Jucá, dijo al ex presidente de la compañía procesadora de petróleo y gas Transpetro, Sergio Machado, que era necesario un ?pacto? para atajar las indagaciones, que también incluyera al Poder Judicial.Ambos son investigados en la llamada Operación Lava Jato (Lavadero de autos) que averigua la trama de corrupción en Petrobras que desvió millones de dólares, un escándalo que alcanza a buena parte de la clase política brasileña y ayudó a profundizar la crisis que llevó a la suspensión de Rousseff el 12 de mayo.?Hay que resolver esa porquería. Hay que cambiar el gobierno para cortar esta sangría?, afirmó Jucá en la conversación.La charla se llevó a cabo semanas antes de la votación del 17 de abril en la Cámara de Diputados que aprobó el impeachment y derivó el proceso al Senado.Jucá aseveró en rueda de prensa que su frase ?cortar esta sangría? se refería a la crisis económica y política que afecta a Brasil. ?Es cortar la sangría de la economía, de lo que está ocurriendo con el país, esa es la ventaja del cambio de gobierno. La Lava Jato era la médula del gobierno (de Rousseff) y eso tiene una sangría económica?, declaró.La publicación del diálogo representa un nuevo escándalo para Temer, que asumió la Presidencia hace menos de dos semanas.


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