El nuevo presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte prometió restaurar la pena de muerte en el país, luego de que fuese abolida en 2006 por la ex presidenta Gloria Macapagal.El triunfador de las elecciones del pasado 9 de mayo, buscará restablecer la medida para castigar delitos de drogas, violaciones y robos con asesinato, reseñó CNN.El recién electo mandatario también precisó que la ejecución sería a través del ahorcamiento, debido a que este método causaría mayor temor entre los delincuentes.En tanto, agrupaciones de derechos humanos lo acusan de ser responsable de la muerte de cerca de 1.000 supuestos delincuentes en Dávao, ciudad en la que fue alcalde durante 22 años.


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