Cientos de miles de hombres, mujeres y niños salieron a las calles de Masaya para recibir a una delegación de obispos católicos, que visitaron la ciudad nicaragüense tras un violento ataque de fuerzas progubernamentales.

El cardenal Leopoldo Brenes, acompañado por el clero de la Diócesis de Managua, a la que también pertenece Masaya, caminó con una imagen de Jesús por las angostas calles de la ciudad que se declaró en rebeldía ante el gobierno de Daniel Ortega.

Cientos de manos ayudaron a levantar barricadas de las calles para dar paso a los religiosos cuando se dirigían al barrio indígena de Monimbó, foco de la resistencia en la ciudad.

Los religiosos entraron a la plaza de Monimbó entre gritos de “Queremos la paz” y “Basta de violencia”, acompañados del repique de campanas y cánticos religiosos.

Masaya, 30 kilómetros al sureste de Managua, vivió el miércoles un violento ataque de aproximadamente 500 hombres entre antimotines, parapolicías y turbas, según el secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, Álvaro Leiva.

“Viva Cristo Rey”, coreaba la multitud al recorrer las calles que en los últimos días han sido escenario de una batalla desigual entre habitantes y fuerzas progubernamentales, que utilizan armamento pesado como en una guerra, según organismos de derechos humanos.

Otras personas gritaban “Basta de opresión” y “Que se vayan”, dirigido a Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo.

Los pueblos próximos a la carretera a Masaya salieron al paso de la caravana de los jerarcas católicos, algunos llorando de rodillas.

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, llamó a no tomar la justicia por propia mano.

“No hay que imitar las actitudes y actos criminales. No queremos más criminales en Nicaragua. Quiero recordar uno de los mandamientos de la ley de Dios”, dijo Báez, y la población respondió en coro: “No matarás”.

Báez, duro crítico del gobierno, hizo un vehemente llamado a los francotiradores, a Daniel Ortega y a Rosario Murillo: “Ni un muerto más”.

En tanto, fuerzas del gobierno invadieron la ciudad colonial de Granada y se temen otros ataques de antimotines y paramilitares, informó el obispo Jorge Solórzano, en el segundo operativo de este tipo tras el registrado en Masaya.

Papa al tanto. El cardenal Brenes comunicó a los feligreses que el papa Francisco afirmó que Dios los acompaña. El nuncio apostólico, Stanislaw Waldemar Sommertag, dijo que el sumo pontífice está al tanto de lo que sucede en Nicaragua y que comprende el dolor. “Cada muerto es una ofensa a Dios”.

 “No hay que imitar las actitudes y actos criminales. No queremos más criminales en Nicaragua”.

Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua

 


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