El oficialista Lenín Moreno tomó posesión de la Presidencia de Ecuador, con la meta de avanzar en el modelo izquierdista conocido como socialismo del siglo XXI, la huella que deja Rafael Correa en el país y que está en crisis en Venezuela.

Moreno, de 64 años de edad, juró el cargo para el período 2017-2021 en una ceremonia en la Asamblea Nacional –controlado aún por el oficialismo– ante la presencia de cientos de invitados y una docena de mandatarios latinoamericanos.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no asistió a la ceremonia como tampoco la canciller Delcy Rodríguez. En cambio, designó a una delegación encabezada por Carmen Meléndez, ministro del Despacho de la Presidencia y vicepresidente de Política y Soberanía.

“Nos acaban de informar que no viene el presidente Nicolás Maduro”, se limitó a decir la fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores. Estaba previsto que Maduro llegaría al aeropuerto de Quito, pocos minutos antes de iniciar el acto.

En los últimos días grupos de venezolanos en la capital ecuatoriana se manifestaron frente a la sede del movimiento oficialista de ese país Alianza País (AP, de izquierda) y de la Embajada de Venezuela en Quito contra la visita de Maduro.

Entre otros mandatarios, asistieron a la juramentación Michelle Bachelet, de Chile; Evo Morales, de Bolivia; Luis Guillermo Solís, de Costa Rica; Pedro Pablo Kuczynski, de Perú; Juan Orlando Hernández, de Honduras; Juan Manuel Santos, de Colombia, así como delegados del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional.

Licenciado en Administración Pública, Moreno, en medio de dificultades, aspira a alcanzar una economía sostenida en la eficiencia y el adecuado manejo de los recursos, basado en la equidad tributaria, para lo que plantea que quienes más tienen, más contribuyan.


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