La mínima ventaja obtenida por el oficialista Daniel Scioli (36,86) sobre el opositor Mauricio Macri (34,33%) en las elecciones presidenciales del domingo, generó, por primera vez en la historia de Argentina, un balotaje previsto para el 22 de noviembre.La diferencia de 2,5% entre ambos candidatos, el descenso de tres puntos de Scioli con respecto a las primarias del 9 de agosto y el hecho de que la principal gobernación del país, la provincia de Buenos Aires, fue ganada por María Eugenia Vidal, de la oposición, mostró el debilitamiento de los gobiernos de los Kirchner en los últimos 12 años. El descenso de los votos de Scioli significó que el candidato no consiguió retener el apoyo del oficialismo ni de los nuevos electores fuera del kirchnerismo. Benjamín Tripier, empresario argentino, aseguró que Scioli perdió votos y estos fueron hacia la opción de Macri, por lo que ?es posible que realmente haya comenzado en Argentina un proceso de cambio?.  El internacionalista Edmundo González afirmó que el ?peronismo ortodoxo recibió una estrepitosa caída?. Enfatizó que Macri fue el único de los candidatos en hacer referencia a Venezuela y que los parlamentarios disidentes de su país han sido muy solidarios con la oposición venezolana. ?Ellos han manifestado que abordarían el tema con una gran propiedad e incluso solicitarían a los organismos pertinentes (OEA) la aplicación de la Carta Democrática Interamericana?, dijo.Con 97% de las mesas escrutadas el Frente para la Victoria, de Scioli, se colocó como el vencedor de la contienda con 36,86%, seguido de la alianza Cambiemos, de Macri, con 34,33%, y Una Nueva Alternativa, de Sergio Massa, con 21,34%.


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