El Ejército de Zimbabue impidió que manifestantes que protestaron en la capital, Harare, contra el presidente Robert Mugabe llegasen al palacio presidencial para exigir su renuncia.

Un general de las Fuerzas Armadas solicitó a los activistas que llegaron hasta las inmediaciones de la residencia oficial del mandatario irse a sus casas y permitir las negociaciones sobre la salida de Mugabe que se realizan en el lugar. Los soldados bloquearon la calle que da acceso al recinto, aunque los manifestantes no desalojaron la zona colindante.

Las protestas en el centro de la ciudad desembocaron en un multitudinario mitin en el que participaron adversarios políticos del gobernante, entre los que se encuentran algunos de los considerados tradicionales aliados de Mugabe, como los veteranos de guerra o miembros históricos de su propio partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico.

Miembros de su actual gobierno, como los ministros de Medio Ambiente y de Ciberseguridad, exigieron la renuncia de Mugabe y una investigación a su esposa, Grace, por crímenes cometidos.

Los militares tienen a Mugabe detenido en su residencia desde el martes, cuando se alzaron contra su gobierno, y negocian con él su dimisión para evitar que organismos internacionales intervengan, al no tratarse técnicamente de un golpe de Estado.


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